La Paz, 31 dic (EFE).- La estatal Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB) anunció hoy que retomará en 2010 el
proyecto de construcción de una planta separadora de componentes
líquidos del gas en el oriente del país, que estuvo paralizado este
año por un escándalo de corrupción en esa empresa.
El presidente de YPFB, Carlos Villegas, dijo a los medios que la
estatal realizará una nueva licitación para adjudicar el proyecto en
enero de 2010 y se prevé que la obra esté concluida para fines de
2011.
"Hemos agotado todos los esfuerzos para evitar un mayor daño
económico al Estado a través de la planta de Río Grande. Lo que
podemos asegurar ahora es que garantizamos plenamente esta planta en
un contexto diferente al que se evidenció en 2009", dijo.
Según el plan original, la infraestructura debía estar construida
este año en la localidad de Río Grande, en Santa Cruz (este), pero
las obras quedaron paralizadas, tras un escándalo de corrupción que
derivó en la dimisión y encarcelamiento del ex presidente de YPFB,
Santos Ramírez.
YPFB y el consorcio Catler Uniservice firmaron en julio de 2008
el contrato para la construcción de la planta de gas por 86 millones
de dólares en un acto al que fue invitado el presidente Evo Morales,
que antes del escándalo tenía una relación muy estrecha con Ramírez.
No obstante, a fines de enero de este año, el gerente de la
firma, Jorge O'Connor D'Arlach, fue tiroteado por asaltantes cuando
ingresaba con 450.000 dólares a una casa de familiares de Santos
Ramírez, para supuestamente pagarle una comisión ilegal.
Ese contrato fue anulado en abril pasado por el directorio de la
petrolera al detectar irregularidades en el proceso de adjudicación.
Carlos Villegas dijo hoy que el fideicomiso abierto por el
Gobierno boliviano para financiar la construcción de la planta fue
cancelado, por lo que el nuevo proyecto se ejecutará con recursos
propios de la estatal petrolera.
Por otra parte, resaltó que el contrato firmado recientemente con
Brasil, en el cual el país vecino se compromete a pagar por los
"licuables" asociados al gas que Bolivia le envía, beneficiará al
país mientras se construye la planta para separar esos componentes.
EFE