La Paz, 5 mar (EFE).- El rol de los países de Latinoamérica en la
economía global ha cambiado a partir de la crisis y la región ha
comenzado a desempeñar un papel mucho más importante en el proceso
de recuperación, afirmó hoy un directivo del Banco Mundial (BM).
El director de Política Económica y Reducción de la Pobreza para
América Latina del Banco Mundial, Marcelo Giugale, dijo hoy en La
Paz que la región "quedó muy bien parada" durante la crisis, pues
además de su desempeño económico, logró tener representación en el
Grupo de los Veinte (G20), a través de Argentina, Brasil y México.
Giugale hizo estas afirmaciones durante una disertación en La Paz
sobre la situación de América Latina tras la crisis.
Según el funcionario del BM, el G20 despertó en la crisis y se
transformó en una especie de "Naciones Unidas económicas", donde se
tomaron "las grandes decisiones de la arquitectura económica y
financiera mundial".
En este marco, destacó la participación latinoamericana en las
cumbres del G20 celebradas en plena crisis, pues antes Latinoamérica
no tenía "voz en ese tipo de organismos".
Agregó que otra de las muestras de la importancia que ha cobrado
la región es el hecho de que los organismos multilaterales no
solamente están otorgando más créditos a los países de la región
sino que, además, también quieren dar más "voz y voto" a América
Latina en la toma de decisiones de estas entidades.
Un tercer elemento señalado por Giugale tiene que ver con el
Producto Interior Bruto (PIB) promedio de América Latina, que iguala
al de China, y la capacidad de consumo de la región que, según el
experto, es superior a la del gigante asiático.
"Como región, tenemos un rol muy grande para jugar en este
rebalanceo mundial entre consumo y ahorro, donde antes consumía
EE.UU. y ahorraba China. Eso está por cambiar porque Estados Unidos
va a consumir menos, entonces América Latina puede llenar parte de
ese vacío", sostuvo.
Giugale destacó que al nuevo rol de la región en la economía
global contribuirán la disciplina fiscal, el sistema de regulación
"ordenado" y las políticas sociales de redistribución de los
recursos entre los más pobres, factores que, a su juicio, son
comunes en la mayoría de los países latinoamericanos.
Afirmó también que el Consenso de Washington ha sido reemplazado
por un nuevo paradigma dictado por los propios ciudadanos
latinoamericanos, que demandan modernidad, estabilidad financiera,
laboral y económica y también aceptan y reclaman la justicia social.
Acotó que la visión del BM también ha cambiado en la última
década, pues ahora el organismo es "mucho más útil y menos
influyente", pues "escucha mucho más" a sus clientes y se ha
adecuado a la realidad nacional de cada país para brindar
cooperación. EFE