Washington, 9 abr (EFE).- La presidenta de Argentina, Cristina
Fernández, dijo hoy que el canje de deuda que prepara su Gobierno
"es una nueva oportunidad" para el país, en un discurso ante
empresarios en EE.UU. el que no dio detalles de la operación.
En su primer acto en Washington, donde participará el lunes y el
martes en la cumbre nuclear convocada por la Casa Blanca, Fernández
se esforzó por presentar su política económica bajo la mejor luz, en
un discurso en la Sala de las Banderas de la Cámara de Comercio de
Estados Unidos, la mayor organización empresarial del país.
"El nuevo canje significa una nueva oportunidad para la República
argentina y para su prestigio internacional", dijo Fernández, que
viajó a Washington acompañada del canciller, Jorge Taiana, y el
ministro de Economía, Amado Boudou, entre otros funcionarios.
Argentina ya ha pasado los trámites en la Comisión del Mercado de
Valores de Estados Unidos (SEC, en inglés) y Boudou anunciará la
oferta el 14 ó 15 de abril "para finalmente salir del default",
según la presidenta, quien habló ante más de un centenar de
empresarios y analistas.
Fernández dijo no poder dar más información porque la SEC podría
sancionar a Argentina por ello.
La mandataria también mencionó el uso de reservas del banco
central para el pago de la deuda pública, un asunto que provocó una
crisis institucional en su país.
Fernández afirmó que Argentina tenía fondos para amortizar su
deuda, pero optó por utilizar las reservas del banco emisor para no
acudir a los mercados de capital, donde habría tenido que pagar un
interés de entre un 12 y un 15 por ciento al año por haber
suspendido pagos en 2001.
"En el G-20 el FMI propuso un uso distinto de las reservas por
parte de los países, un uso más inteligente", dijo Fernández.
"Nosotros no hemos inventado absolutamente nada. No somos nada
originales", añadió.
Esa mención, positiva, fue la única que la mandataria hizo en
Washington al Fondo Monetario Internacional (FMI), al que ha
criticado duramente en el pasado en Buenos Aires.
Su discurso no convenció a Peter Hakim, presidente emérito del
Diálogo Interamericano, un centro de estudios independiente.
"No enfrentó las preguntas difíciles", dijo Hakim, quien echó en
falta una explicación sobre el canje de la deuda, la relación de
Argentina con el FMI y el Club de París, con los medios de
comunicación y la credibilidad de los datos económicos del país.
Fernández respondió a algunas preguntas de la audiencia, entre
ellas una sobre su política contra la piratería, la cual abunda
también "en las calles de Washington", le dijo a modo de disculpa
John Murphy, vicepresidente para Asuntos Internacionales de la
Cámara de Comercio.
"O en las Islas Malvinas", le respondió la mandataria.
Fernández dijo que el conflicto entre Argentina y Estados Unidos
sobre la propiedad intelectual data de antes de su Gobierno y el de
su esposo, Néstor Kirchner, y se refiere a las patentes medicinales.
Estados Unidos mantiene a Argentina en su lista de países que a
su juicio no tienen un nivel adecuado de protección de los derechos
intelectuales, junto con otras once naciones.
"No nos separaron de ese listadito que tenían ahí", dijo
Fernández, aparentemente en referencia a esa relación de naciones y
enfatizó que Argentina tiene una "profusa legislación" de protección
de la propiedad intelectual.
La presidenta tiene por ahora una agenda ligera durante su visita
a Washington. El sábado irá a la Institución Smithsonian, que ha
organizado una serie de actos con motivo del Bicentenario de la
Independencia del país austral.
El Gobierno no ha divulgado más actos oficiales de la presidenta
hasta el lunes por la noche, cuando participará en la cena de
apertura de la Cumbre Nuclear.
En ese reunión participarán 47 países, incluido Estados Unidos,
que cuentan con plantas atómicas o pretenden instalarlas. EFE
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