César Muñoz Acebes
Washington, 12 abr (EFE).- El Consejo Directivo del FMI acordó
hoy establecer una reserva de 550.000 millones de dólares, que
aportarán los países desarrollados y los principales mercados
emergentes, para responder a crisis de gran magnitud.
La medida cimenta el papel del Fondo Monetario Internacional
(FMI) como la institución principal de combate a la inestabilidad
económica, al darle las armas para hacerlo.
Los 550.000 millones de dólares son más del doble del Producto
Interno Bruto (PIB) de Colombia a precios de mercado y con ellos el
FMI pretende adecuarse a un mundo en el que las crisis económicas se
extienden rápidamente de un país a otro.
El fondo, conocido con el burocrático nombre de Nuevos Acuerdos
de Préstamo (NAB, en inglés), contaba con tan solo 50.000 millones
de dólares antes de la actual crisis financiera.
"Durante la crisis se puso en duda el papel del FMI y si tenía
los recursos suficientes. En realidad no los tenía", dijo un alto
funcionario de la entidad, que no quiso ser identificado.
Hace un año, el G-20 pidió en su cumbre presidencial en Londres
dotar al FMI de 500.000 millones de dólares adicionales para ayudar
a los países más sacudidos por la crisis, con lo que la decisión de
hoy supone el cumplimiento de ese compromiso.
Los mayores contribuyentes del fondo serán Estados Unidos, Japón
y otras naciones ricas, pero se ampliará la participación de los
mercados emergentes, con China, India, Rusia y Brasil a la cabeza,
que serán responsables del 25 por ciento de los recursos, según dijo
el funcionario.
El director gerente de la entidad, Dominique Strauss-Kahn, señaló
que con la ampliación de las reservas "proporciona una base
multilateral muy fuerte para las acciones del Fondo en prevención de
crisis y en su resolución".
El Consejo Ejecutivo, en el que 24 directores representan a los
185 países miembros del organismo, también aprobó una reforma de las
normas que rigen el fondo para permitirle echar mano de él con mayor
facilidad.
Para que entre en vigor, la medida debe ser refrendada por las
naciones que forman el NAB, en algunos casos por sus Legislaturas.
Durante la crisis, el organismo tuvo que llamar a la puerta de
los países miembros para obtener préstamos bilaterales con los que
apuntalar sus reservas y logró recaudar 300.000 millones de dólares,
que ahora pasarán a formar parte del NAB.
Con la ampliación del capital aprobada hoy, el FMI quiere
evitarse los mismos sudores en crisis futuras.
Hasta ahora el FMI tenía que negociar individualmente con los
donantes cada crédito que daba a un tercer país con ese dinero, pero
una vez que entre en vigor la reforma aprobada hoy, la institución
podrá activar el NAB durante seis meses con el consentimiento de sus
miembros, y hacer tantos préstamos como considere necesario.
Eso le dotará de más flexibilidad y le permitirá dar apoyo rápido
a varios países a la vez.
Los fondos del NAB son en realidad líneas de crédito que
extienden al FMI los bancos centrales de los países miembros, es
decir, que el dinero no sale de los presupuestos nacionales y no
tiene ningún impacto sobre el balance fiscal.
Además, aunque las divisas estén en manos del FMI, siguen
contabilizándose como reservas del banco central que se las
transfirió.
Brasil y otros países en desarrollo grandes habían sido
reticentes a incorporarse al NAB e inicialmente condicionaron su
entrada a una subida en su poder de voto en el FMI.
El compromiso alcanzado es que las aportaciones al NAB serán
negociadas otra vez el próximo año, al tiempo que se define la nueva
redistribución del peso de los países en los órganos de gobierno de
la entidad.
Los miembros del G-20 pidieron en su cumbre en Pittsburgh
(EE.UU.) en septiembre pasado una transferencia de por lo menos el 5
por ciento del poder de voto de las naciones ricas a los países en
desarrollo "dinámicos".
Además de la reserva del NAB, el FMI cuenta con los recursos
derivados de las aportaciones de todos los países miembros, que
ascienden a unos 330.000 millones de dólares. EFE