(agrega nuevos datos)
Lisboa, 15 jul (EFE).- El consejo de administración de Portugal
Telecom (PT) ha concluido hoy sin comentar la oferta de Telefónica
por Vivo, cuya vigencia concluye mañana, aunque se espera que vuelva
a reunirse este viernes, antes de que acabe el plazo.
Analistas del mercado destacaron, tras finalizar la reunión del
consejo de hoy, la falta de comentarios inmediatos sobre la posible
venta de Vivo, que eran esperados en algunas fuentes pese a la
ausencia oficial de novedades en torno a la operación.
El Gobierno luso, que hoy reiteró que sigue pendiente del caso,
vetó el pasado 30 de junio la venta a Telefónica, por 7.150 millones
de euros, del 30% por ciento del capital de Vivo en poder de PT.
El ministro portugués de Obras Públicas y Comunicaciones, Antonio
Mendonça, ha declarado hoy que el Gobierno luso va a esperar "con
naturalidad" el desenlace de las negociaciones entre Portugal
Telecom y la multinacional española.
"No nos queremos sobreponer a asuntos relacionados con las
empresas", puntualizó el ministro en un encuentro con periodistas.
"Las negociaciones se desarrollan entre las administraciones de
las dos compañías, vamos a esperar y en función de eso se verá lo
que es oportuno", agregó.
Mientras se celebraba el consejo de PT un rumor sobre un
inminente cierre de la venta de Vivo llegó a hacer subir las
acciones de Portugal Telecom en la Bolsa de Lisboa más de un 4 por
ciento, aunque en un par de horas el alza se fue diluyendo.
Hasta ahora ni PT ni Telefónica han informado de algún progreso
en las supuestas conversaciones sobre Vivo que fuentes del mercado y
medios de comunicación les han atribuido.
Aunque no se divulgó la agenda de la reunión del consejo de
administración de PT celebrada hoy, los analistas dieron por
descontando que la operación con Telefónica era uno de sus temas
principales y se espera que este asunto se abordará de nuevo mañana.
La última de las tres ofertas hechas por Telefónica para hacerse
con el control total de Vivo está a punto de concluir y los
directivos de la empresa española han asegurado que no la
prorrogarán ni aumentarán, como han hecho hasta ahora desde que el
pasado 6 de mayo ofrecieron por primera vez 5.700 millones de euros.
Extraoficialmente se ha informado de que las dos empresas no
encuentran una fórmula de consenso que permita cerrar la operación
con el visto bueno del Gobierno luso, que se opone a la salida de
Brasil de PT y tiene una acción de oro ("golden share") con la que
controla las principales decisiones de esta empresa.
El Ejecutivo socialista de José Sócrates decidió usar esa acción
para vetar en la asamblea de accionistas del pasado 30 de junio la
venta de las acciones de Vivo, apoyada por el 73,9 por ciento de los
votos emitidos por los accionistas.
Tras la frustrada asamblea, Telefónica amplió del 2 al 16 de
julio el plazo de vigencia de su oferta de 7.150 millones en un
aparente intento de que las negociaciones con PT o una decisión de
la Justicia europea sobre la acción de oro, emitida el pasado día 8,
facilitaran la operación.
El Tribunal de Justicia de la UE consideró la semana pasada
"ilegal" el uso de los derechos especiales del Gobierno sobre la
compañía portuguesa.
Pero el Ejecutivo luso no dio marcha atrás, insistió en defender
la legalidad de su intervención y anunció que buscará una reforma
que armonice la legislación lusa con la normativa europea sin
renunciar a defender los intereses nacionales a través de la acción
de oro en PT.
Varios ministros portugueses también censuraron en los últimos
días que Telefónica no haya contado con el Estado luso como
accionista de PT e instaron a que haya una negociación entre las dos
compañías en busca de una fórmula sobre Vivo que satisfaga a todos.
Telefónica quiere comprar el 50 por ciento que PT posee de
Brasilcel, sociedad con la que la multinacional española y la
portuguesa controlan a medias el 60% del capital de Vivo.
Pero el Gobierno portugués y, en un primer momento, los
principales accionistas y directivos de PT sostienen que la compañía
no tiene por qué vender a Telefónica esa participación, que aporta
muchos beneficios y expectativas de crecimiento. EFE