Washington, 16 jul (EFE).- El costo de la vida bajó en Estados
Unidos en junio por tercer mes consecutivo, aunque con respecto a
hace un año la inflación ha sido del 1,1 por ciento, según informó
hoy el Departamento de Trabajo.
El informe señaló que el mes pasado los precios que pagan los
consumidores bajaron un 0,1 por ciento. Sin embargo, si se excluyen
los precios más volátiles de la energía y los alimentos, la
inflación subyacente fue del 0,2 por ciento.
La inflación subyacente desde junio de 2009 ha sido del 0,9 por
ciento, la menor desde 1966, pero la mayor desde octubre desde 2009.
El índice de precios de consumo es la más amplia de las tres
mediciones de precios que hace el Departamento de Trabajo porque
incluye bienes y servicios.
Casi el 60 por ciento del IPC cubre los precios que los
consumidores pagan por servicios que van desde pasajes de avión a
entradas del cine o consultas médicas.
El ritmo anual de inflación fue de un 1,1 por ciento en junio,
después de haber alcanzado el 2 por ciento el mes anterior, y se
mantiene cómodamente en los márgenes de aumentos de precios
considerados aceptables por la Reserva Federal.
Estos datos, combinados, muestran que la Reserva Federal todavía
tiene margen para continuar con su política monetaria generosa, que
tiene las tasas de interés por debajo del 0,25 por ciento, y alivian
las preocupaciones de algunos analistas que temen una deflación.
Después de cuatro trimestres consecutivos de contracción, en la
recesión más profunda y prolongada de siete décadas, la economía de
Estados Unidos retornó al crecimiento a mediados del año pasado,
pero en los últimos dos meses ha dado señales de que está perdiendo
ímpetu.
Los responsables de la Reserva calculan que el ritmo de inflación
se mantendrá bajo por varios meses dada la lenta recuperación de la
actividad económica y el impacto de las ejecuciones hipotecarias y
el débil crecimiento del empleo.
La meta de la Reserva es mantener la inflación en alrededor del 2
por ciento y contribuir a una reducción del desempleo.
A pesar de la reactivación, se mantiene en casi el 10 por ciento
el índice de desempleo y la economía no tiene vigor suficiente como
para recuperar los más de 8,4 millones de puestos de trabajo
perdidos desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007.
Otro informe del Departamento de Trabajo indicó hoy que las
remuneraciones semanales promedio bajaron un 0,2 por ciento en
junio.
Desde principios de año, las remuneraciones semanales promedio
han subido apenas un 1,7 por ciento, ya que la abundancia de mano de
obra desempleada sigue conteniendo los salarios.
La disminución en el índice de precios de consumo (IPC) en junio
fue la tercera caída mensual consecutiva y estuvo dentro de lo que
esperaba la mayoría de los analistas.
La crisis de la deuda en Europa ha bajado el valor del euro y es
probable que siga contribuyendo a una baja inflación en Estados
Unidos por varios meses, ya que un dólar más fuerte abarata los
productos importados.
Como respuesta al persistente desempleo y el débil crecimiento de
las remuneraciones, muchas compañías en Estados Unidos han
intensificado sus reducciones de precios y ofertas especiales para
atraer clientes. EFE