Isabel Pérez
Madrid, 2 sep (EFE).- Las particularidades geográficas y sociales
de los países latinoamericanos, donde la cobertura eléctrica
tradicional no llega a todas las poblaciones, propician la
aplicación de sistemas alternativos basados en el desarrollo de las
energías renovables y la eficiencia energética.
"El bien más preciado es la energía", ha afirmado la jefa de la
Oficina de Cambio Climático de Telefónica, Daniela Torres, en las
jornadas "Workshop Global de Energía y Cambio Climático" que la
compañía está celebrando hasta mañana en Madrid.
Pese a que el interés por el medio ambiente es "claramente" mayor
en Europa, Torres ha señalado que los países latinoamericanos
muestran cada vez un interés creciente por la tecnología de ahorro
energético, que es mayor o menor en función del coste de la energía
en cada país.
Hay países en los que la energía es muy cara, como en Chile,
Brasil o México, donde las empresas invierten más en eficiencia
energética -ha señalado Torres- pero si la energía está
subvencionada, como en Perú o en Argentina, se preocupan menos de
algo en lo que no gastan mucho.
Las acciones del gobierno brasileño en favor de la concienciación
social a favor de la eficiencia energética son "muy tímidas", ha
asegurado a Efe el responsable de Telefónica en Brasil, Nilmar
Secommandi, quien ha añadido que el reto del gigante sudamericano es
desarrollar las energías renovables para no depender "únicamente" de
la energía hidroeléctrica.
En Chile, uno de los países sudamericanos donde las energías
renovables y los sistemas de eficiencia energética están más
desarrollados, el problema es que las dificultades legales impiden
reutilizar la energía sobrante, que acaba "perdiéndose
irremediablemente", ha explicado el responsable de la compañía en
Chile, Héctor Pizarro.
En el caso de Perú la clave, según el representante de Telefónica
en el país andino, Gustavo Rojas, es la renovación progresiva de los
equipamientos por unos que sean eficientes energéticamente, como
algunos que funcionan con energía solar y que ya se han implantado
en comunidades rurales.
Una de las conclusiones del encuentro organizado por la compañía
de telecomunicaciones es que el desarrollo de la tecnología digital
favorece la aparición de un nuevo segmento de mercado que debe
aprovecharse para comercializar nuevos productos basados en la
reducción del consumo energético.
El servicio de imótica por ejemplo, ha explicado Torres, es un
software inteligente con el que se centralizan los consumos de
energía de uno o varios edificios, para después redistribuir esa
energía y programarla según las preferencias del cliente, de forma
que se generan ahorros del 20 ó el 30 por ciento en gasto energético
y emisiones de CO2.
El sistema de reuniones virtuales es otra de las opciones que
optimizan el consumo energético.
La oferta es amplia, desde un software de audio con el que
comunicarse en alta calidad en la distancia, hasta la gran
innovación de la "telepresencia", que permite una auténtica reunión
virtual con imagen a tamaño real y sin retardo en el sonido, pensada
para ahorrar viajes, tiempo de trabajo, costes y emisiones de CO2.
El futuro, ha destacado Torres, se encamina ahora hacia el ámbito
residencial, por lo que los objetivos de los ingenieros en
investigación y desarrollo (I+D) de las grandes empresas se dirigen
a desarrollar el concepto de hogar digital. EFE