Jordi Kuhs
Viena, 5 mar (EFE).- La escalda de la violencia en Libia siguió dominando el mercado petrolero internacional esta semana, que ha elevado los precios del crudo hasta nuevos máximos, aunque los expertos también vislumbran la laxa política monetaria en numerosos países como responsable de la subida del "oro negro".
Los persistentes bombardeos cerca de instalaciones petroleras en Libia por parte de las fuerzas leales al líder Muamar el Gadafi siguen causando gran nerviosismo entre los operadores del mercado que temen interrupciones del suministro petrolero.
Un leve alivio se vivió sólo el jueves cuando el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, un aliado de Gadafi, propusiera una comisión internacional que pueda ayudar a solucionar el conflicto libio.
Según fuentes venezolanas citadas por la cadena catarí Al Yazira, la propuesta ha sido aceptada por Gadafi y ya ha sido tratada por el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, con el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa.
Sin embargo, Said el Islam Gadafi, uno de los hijos del líder libio, dijo que no está al corriente de la iniciativa, pero descartó con contundencia una mediación internacional.
Los venezolanos, afirmó, "son nuestros amigos y les respetamos y nos gustan, pero están lejos y no tienen ni idea".
Eso sí, el temor persiste a que la crisis en Libia pueda extenderse a otros países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), como Irán o Arabia Saudí, principal productor mundial de crudo.
El miércoles se informó de que los yacimientos libios operados por compañías extranjeras como el de Amal-as Sarah, que explota la alemana Wintershall, o Shateira, de la multinacional austríaca OMV, habían suspendido la producción.
Libia, miembro de la OPEP, es el decimoséptimo máximo productor de petróleo del mundo, con una producción de 1,69 millones de barriles diarios en enero de 2011, y el décimo segundo exportador, con 1,49 millones de barriles al día.
Sobre todo el mercado europeo estaría afectado por una suspensión del suministro petrolero de Libia.
La consultora JBC Energy de Viena aseguró en su boletín matutino del jueves que los elevados precios del crudo no sólo tienen razones geopolíticas, sino que se deben también a políticas monetarias laxas de parte de numerosos bancos centrales, que han generado "dinero fácil" y "legítimos temores de inflación".
Eso parece empujar a muchos inversores a refugiarse en las materias primas, principalmente el petróleo, asegura JBC.
El Banco Central Europeo (BCE) anunció esta semana que estudia la posibilidad de aumentar sus tipos de interés en abril, para dejar atrás el histórico nivel bajo del 1,0 por ciento.
Junto con la inestabilidad política en el norte de África, este factor financiero ha empujado los precios a niveles máximo no alcanzados desde hace dos años y medio, dicen los analistas de JBC.
Para contrarrestar este tipo de argumentos, el secretario de Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, dijo el jueves que su país posee "sustanciales reservas" petroleras para afrontar un eventual "trastorno" en el suministro, y señaló un efecto "modesto" en la inflación por la actual alza de precios.
El precio del Brent, referente para el mercado europeo, subió el miércoles hasta una cota máxima semanal de 117,81 dólares por barril, y tras el bajón del jueves cerró el viernes a 115,97 dólares con una nueva tendencia al alza.
Por su parte, el barril de Petróleo Intermedio de Texas (WTI), la referencia para el mercado estadounidense, superó el miércoles por primera vez en dos años la marca de los 100 dólares y terminó la semana con un nuevo máximo de 104,42 dólares, un 6,8 por ciento más que el lunes.
El Petróleo de la OPEP, cuyo precio se calcula como una media de doce tipos de crudos (uno por cada país miembro), cerró su semana el jueves a 110,48 dólares por barril, apenas un 2 por ciento por encima del inicio semanal. EFE