Washington, 25 mar (EFE).- Estados Unidos revisó hoy al alza el producto interior bruto del cuarto trimestre de 2010, que según los cálculos definitivos creció un 3,1 por ciento, lo que permitió que la media del año quedara en el 2,9 por ciento, la mayor en cinco años.
El cálculo provisional que había dado el Departamento de Comercio de los tres últimos meses del año era del 2,8 por ciento, por lo que hoy lo ha revisado al alza en tres décimas.
El ritmo de crecimiento en el trimestre anterior había sido de un 2,6% anual, lo que revela una aceleración a final de año, impulsada por el vigoroso comportamiento del gasto de los consumidores y el crecimiento en las exportaciones.
Después de la recesión económica más profunda y prolongada en casi ocho décadas, EE.UU. retornó al crecimiento en julio de 2009 pero aún así ese año cerró con una contracción del 2,6 %.
El año 2010 fue de bonanza para las empresas cuyas ganancias, después del pago de impuestos, crecieron un 29 %, el mayor incremento anual desde 1948.
En Estados Unidos el gasto de los consumidores equivale casi el 70 por ciento de la actividad económica, y entre octubre y diciembre creció a una tasa anualizada del 2,8 % para cerrar el año con un aumento del 1,3 %, según el informe del Departamento de comercio.
La corrección de cifras del cuarto trimestre se debió, principalmente, a una revisión que aumentó las inversiones de existencias y las inversiones de las empresas.
El comercio exterior sumó 3,3 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en el cuarto trimestre, y en todo el año el déficit en la balanza comercial de bienes y servicios sustrajo medio punto porcentual del PIB.
La producción fabril, que equivale al 11 % de la actividad económica estadounidense, probablemente seguirá al frente de la reactivación si se mantiene la demanda creciente desde el exterior y la necesidad de reabastecer los inventarios dentro del país.
Por su parte el índice de precios en gastos de consumo, una medida de la inflación vinculada al PIB y a la cual presta mucha atención la Reserva Federal en su política monetaria, subió un 0,4 % entre octubre y diciembre, el menor incremento de precios desde 1959. El cálculo preliminar daba una inflación del 0,5 %.
El bajo ritmo de inflación durante 2010 permitió que la Reserva Federal continuara con la política monetaria que, desde diciembre de 2008, ha mantenido la tasa de interés de referencia por debajo del 0,25 % como estímulo al consumo y la inversión.
En noviembre, la Reserva anunció un segundo programa de inyección de dinero en los mercados mediante la adquisición gradual de unos 600.000 millones de dólares en bonos del Tesoro, una operación que concluirá a mediados de este año.
Los economistas creen que el aumento de los precios del petróleo, agravado por las crisis en los países árabes exportadores de hidrocarburos, y los aumentos de los costos de los alimentos podrían acelerar la inflación este año.
En diciembre el Congreso aprobó una extensión de los recortes de impuestos que datan de la presidencia de George W. Bush (2001-2009), y entre ellos se contó una disminución del 2 por ciento en los impuestos que se cobran sobre los sueldos de los trabajadores.
Los mayores lastres de la larga y lenta recuperación económica de Estados Unidos siguen siendo el mercado inmobiliario, abrumado por ejecuciones hipotecarias y depreciación de las propiedades, y el desempleo, que se mantiene en el 9 % tras la pérdida de más de 8 millones de puestos de trabajo durante la recesión.
Para el primer trimestre de 2011, los analistas esperan un crecimiento menor que a finales de 2010, entre el 2,2 y el 2,5 por ciento.EFE
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