Dublín, 14 jul (EFE).- Una misión de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) concluye hoy la revisión de las medidas adoptadas por el Gobierno irlandés en el último trimestre, dos días después de que Moody's situase su deuda al nivel del bono basura.
Esta es la tercera revisión trimestral que efectúan esos organismos internacionales desde que el pasado noviembre el Ejecutivo irlandés aceptase un paquete de ayuda valorado en 85.000 millones de euros.
El contexto, no obstante, es diferente ya que la rebaja de la agencia de calificación deja entrever, según sus cálculos, que Irlanda necesitará un segundo rescate más allá de 2013, al final de programa de ayuda ofrecido por la UE y el FMI.
Durante la presentación del nuevo Memorándum de Entendimiento entre las partes para el siguiente trimestre, la citada misión también ofrecerá sus previsiones respecto a las perspectivas de crecimiento de la economía irlandesa durante este año.
La opinión generalizada entre los expertos es que se dará un certificado de buena salud a la economía irlandesa, pues los últimos datos señalan que el Gobierno de este país está cumpliendo con los objetivos fijados en el plan de rescate.
Durante el primer semestre del año, por ejemplo, el déficit primario (diferencia entre los gastos e ingresos del Estado) se situó en 8.400 millones de euros, por debajo del tope de 10.100 millones fijados por la UE y el FMI.
También parece que la UE y el FMI estarán satisfechos con la marcha del plan de reestructuración del sistema bancario irlandés, su recapitalización -proceso que concluirá a final de este mes- y las medidas adoptadas por Dublín para obligar a los tenedores de deuda subordinada a compartir las pérdidas del sector.
Otras condiciones fijadas después de la anterior revisión establecían que Irlanda debía redactar nueva legislación para dotar con más poderes reguladores al Banco Central Irlandés (ICB) y elevar la edad de jubilación de los 66 a los 68 años.
Ambas propuestas se encuentran ya en proceso de aprobación en el Parlamento nacional (Dáil).
Y como se le pidió, el Gobierno irlandés está, además, a punto de completar la formación de un consejo de asesoramiento fiscal independiente, órgano compuesto por expertos económicos que supervisará su política fiscal y presupuestaria.
Con todas esas piezas en su sitio, Irlanda intenta demostrar que está efectuando progresos para aplicar medidas de ajuste encaminadas a ahorrar 3.600 millones de euros durante el próximo año, de manera que pueda reducir su déficit público hasta el 8,6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
La hoja de ruta irlandesa prevé, además, que 1.500 millones de euros irán a parar a las arcas del Estado a través de impuestos adicionales, mientras los 2.100 millones restantes se conseguirán gracias a una severa reducción del gasto público, pese a que el Gobierno ha prometido que no modificará el régimen fiscal ni los subsidios sociales.
Por estos motivos, tanto Dublín como Bruselas calificaron este miércoles de incomprensible la decisión de Moody's de rebajar la nota de la deuda de Irlanda un escalón hasta el bono basura.
Moody's justificó su decisión por la "creciente posibilidad" de que, cuando finalice en 2013 el actual programa de rescate de la UE y del FMI, Irlanda necesite más "financiación oficial" antes de poder volver a los mercados. EFE