Berlín, 19 mar (EFE).- El Gobierno alemán no quiere descartar
ayudas del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Grecia, si bien
parte de la base de que este paso no será necesario.
"El Gobierno no descarta ayudas del FMI a Grecia", dijo hoy su
portavoz, Ulrich Wilhelm, quien, sin embargo, añadió que el
Ejecutivo no ha tomado una decisión al respecto.
El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se había mostrado en
el pasado repetidamente en contra la opción de que un país de la
eurozona recurra al FMI.
Wilhelm buscó hoy quitar hierro al debate al subrayar que el
Gobierno alemán sigue confiando en que "los esfuerzos de
consolidación de Grecia tendrán éxito".
El debate se ha vuelto a encender tras la negativa de la
canciller, Angela Merkel, a dar ayudas "precipitadas" a Grecia, y
mostrarse así en contra de cerrar un paquete de ayudas en el Consejo
Europeo que se celebrará la próxima semana.
El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, por su parte, instó
a los líderes europeos a aprobar el mecanismo de ayuda ya la semana
próxima en Bruselas, con el objetivo de lanzar una señal a los
mercados.
Papandréu insistió en que Grecia no necesita, por el momento, el
dinero de sus socios europeos, pero explicó que la mera habilitación
de este mecanismo podría suponer un apoyo muy valioso para su país,
porque conllevaría un abaratamiento de los costes de refinanciación
de su abultado déficit al apaciguar a los mercados.
El primer ministro no quiso descartar la posibilidad de recurrir
al FMI para el caso de que no se logre una solución europea.
La resistencia de Merkel, que afronta elecciones regionales en
mayo y teme que el desembolso de fondos alemanes al socio en apuros
le pueda costar respaldo electoral, se ha topado con las críticas de
varios socios.
A la cabeza de los países que sí optan por una decisión concreta
está Francia, cuya ministra de Economía, Christine Lagarde, subrayó
el jueves que "ha llegado el momento" de que los líderes decidan
sobre los mecanismos de ayuda.
Lagarde ha sido también una de las principales voces críticas al
plan de su colega alemán Schäuble de reformar los tratados de tal
forma que en el futuro un país que viole severamente el Pacto de
Estabilidad Europeo pueda ser expulsado.
El Gobierno de Merkel no ha querido enterrar por el momento esta
idea, lo que llevó hoy a su portavoz a recalcar que "el debate no ha
terminado". EFE