Londres, 19 oct (EFE).- La Autoridad británica de Servicios
Financieros (FSA) presentó hoy unas propuestas destinadas a
establecer normas más estrictas en la concesión de hipotecas, para
que sólo las reciban quienes tengan capacidad para devolverlas.
Con estas propuestas, que serán sometidas a consulta pública
antes de que puedan entrar en vigor, las entidades financieras
británicas que concedan créditos deberán verificar los ingresos de
las personas que soliciten un préstamo hipotecario.
Así, la FSA, regulador del sector financiero, quiere evitar que
se repita la burbuja inmobiliaria que permitió que se otorgasen
demasiados créditos sin establecer correctamente que pudieran ser
devueltos, una situación que llevó a la crisis financiera global.
El sector financiero tendrá plazo hasta el 30 de enero de 2010
para hacer comentarios sobre este plan.
El plan no llega a prohibir la concesión de hipotecas por el 100
o 125 por ciento del capital, como al parecer prefería el primer
ministro, Gordon Brown, aunque este tipo de productos financieros
serán vigilados de cerca por el riesgo de impago que conllevan.
Según los expertos, estas propuestas reflejan un cambio hacia un
sistema de regulación más intervencionista.
Con el plan, las entidades que prestan los fondos serán los
últimos responsables en evaluar la capacidad de pago del consumidor.
La decisión de trasladar el peso de la responsabilidad de los
ciudadanos a los bancos supondrá que éstos no podrán contar con
ayuda pública si incurren en deudas tóxicas y se demuestra que no
hicieron las debidas comprobaciones de solvencia.
El director ejecutivo de la FSA, Hector Sants, dijo hoy a la BBC
que es necesaria una nueva normativa, ya que, en el pasado, la
filosofía que prevalecía era que los bancos actuarían bien sin
asumir riesgos.
"Tenemos que reconocer que tanto las firmas como los consumidores
no siempre toman las mejores decisiones. No siempre actúan para su
mejor interés o ciertamente por el interés colectivo de la sociedad,
por lo que necesitamos una nueva normativa de regulación, que es lo
que está haciendo la FSA", añadió.
"Buscaremos terminar con estas prácticas irresponsables que
arriesgan a las firmas y los consumidores", señaló Sants.
Pero el director ejecutivo de la FSA puntualizó que es importante
no limitar la disponibilidad de una hipoteca a gente con capacidad
de devolverlas en el futuro, por lo que las nuevas normas no
impedirán que los empleados por cuenta propia puedan adquirir un
préstamo.
El director de supervisión del FSA, Jon Pain, dijo hoy que el
mercado hipotecario ha visto una "extraordinaria agitación" en los
últimos 18 meses.
"Reconocemos que necesitamos unos profundos cambios en la
regulación y necesitamos actuar ahora para atender asuntos que hemos
identificado", señaló Pain.
Agregó que hubo una "rápida explosión" de productos hipotecarios
y el surgimiento de estrategias de préstamo de alto riesgo, además
de la idea de que los "buenos tiempos" de la economía no acabarían.
"Las reformas -añadió- que hemos anunciado hoy asegurarán que el
mercado hipotecario funciona mejor para los consumidores y las
firmas". EFE