El Fondo Monetario Internacional (FMI), ha recomendado al gobierno brasileño, capacidad para gestionar el período de abundancia que vive su economía retirando parte del estímulo económico dispuesto a consecuencia de la crisis financiera internacional.
Desde el FMI existen temores que rápida recuperación de Brasil pueda atraer una cantidad desmesurada de capital extranjero y elevar aún más el valor del real deteriorando de una manera desmedida, la competitividad de la economía.
Según el director del departamento de América del Fondo Monetario Internacional (FMI), Nicolás Eyzaguirre: “Brasil va a aumentar el apetito de los mercados de capitales, dada la solidez de su economía”.
Para Brasil, según el FMI, el desafío pasará entonces por gestionar la abundancia sin que la misma afecte los pilares de la economía.
Dada la fortaleza del consumo interno y la entrada de capital que observa la economía brasileña, Eyzaguirre reconoció que: “Prevemos una recuperación más rápida en Brasil (que en otros países)”.
¿Se tiene que preocupar Brasil por lo bien que le está yendo a su economía? Parece que sí, y el fundamento está en evitar que se generen desequilibrios que se tornen inmanejables
Desde el FMI existen temores que rápida recuperación de Brasil pueda atraer una cantidad desmesurada de capital extranjero y elevar aún más el valor del real deteriorando de una manera desmedida, la competitividad de la economía.
Según el director del departamento de América del Fondo Monetario Internacional (FMI), Nicolás Eyzaguirre: “Brasil va a aumentar el apetito de los mercados de capitales, dada la solidez de su economía”.
Para Brasil, según el FMI, el desafío pasará entonces por gestionar la abundancia sin que la misma afecte los pilares de la economía.
Dada la fortaleza del consumo interno y la entrada de capital que observa la economía brasileña, Eyzaguirre reconoció que: “Prevemos una recuperación más rápida en Brasil (que en otros países)”.
¿Se tiene que preocupar Brasil por lo bien que le está yendo a su economía? Parece que sí, y el fundamento está en evitar que se generen desequilibrios que se tornen inmanejables