Toronto (Canadá), 23 feb (EFE).- El ministro de Finanzas de Canadá, Jim Flaherty, dijo hoy que los países europeos no deberían solicitar ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) porque tienen suficientes recursos para responder a la crisis financiera.
Flaherty añadió hoy durante una rueda de prensa que defenderá esta postura durante la reunión que celebrará el G20 este fin de semana en México y que no está seguro de que los países europeos hayan comprometido todos los recursos que tienen disponibles para solucionar la crisis.
"Nuestro punto de vista respecto a la implicación del FMI es que este es un asunto en el que los países europeos tienen los recursos para resolverlo. Tienen que poner sus propios recursos sobre la mesa antes de acudir a otros, incluidos los miembros del FMI, para pedir contribuciones" dijo Flaherty.
"Los países europeos involucrados son algunos de los países más ricos del mundo. El FMI incluye algunos de los países más pobres del mundo. Estamos haciendo la pregunta equivocada. La pregunta correcta es si los países europeos han respondido totalmente con sus recursos", añadió.
El ministro canadiense dijo que "desgraciadamente" prevé que la situación de Grecia y de otros países europeos será tratada durante la reunión del G20.
Flaherty reclamó que la respuesta a la crisis financiera europea no se limite a ofrecer paquetes a los países que lo necesiten sino "asegurar que implementen" las reformas necesarias, algo para lo que dijo "es necesaria valentía política".
El ministro también expresó su satisfacción por la decisión de la Unión Europea (UE) de posponer la calificación del petróleo obtenido de las arenas bituminosas canadienses como un crudo especialmente dañino para el medio ambiente.
"Estamos animados con la noticia de que algunos países de la UE están revisando esta acción potencialmente discriminatoria contra las arenas bituminosas y Canadá", dijo Flaherty.
La posible decisión de la UE sobre la Directiva de Calidad de Combustible se producirá ahora en junio después de las intensas presiones que Ottawa ha aplicado a los países europeos para evitar que el petróleo de las arenas bituminosas sea calificado como sucio.
Hace varios días, el periódico inglés The Guardian reveló que los representantes diplomáticos canadienses en la UE han amenazado a Bruselas con una guerra comercial si los países europeos incluyen las arenas bituminosas entre los tipos de petróleo más contaminantes del mundo.
El actual Gobierno canadiense considera que el futuro económico del país descansa en la explotación de los yacimientos petrolíferos de las arenas bituminosas de la provincia de Alberta, considerados las terceras mayores reservas de crudo del mundo.
Ottawa está desplegando una intensa actividad en China y Estados Unidos para comercializar ese petróleo a las dos mayores economías mundiales. EFE