Washington, 14 feb (EFE).- Los concesionarios del fabricante estadounidense Chrysler comenzaron hoy a ejecutar la llamada a revisión a cerca de 10.000 Dodge Charger de los años 2011 y 2012 por posibles fallos en el sistema de frenado o en focos exteriores.
Pese a que se esperaba que la llamada a revisión comenzara en marzo, varios departamentos de policía de EE.UU. se han apresurado a llevar a sus Dodge Charger para que se les reemplace un fusible que podría causar fallos en el frenado y el control de estabilidad electrónico.
El Charger policial ha experimentado problemas por el sobrecalentamiento de los sistemas eléctricos que podrían en algunos casos provocar que el sistema de asistencia al frenado o ABS falle y en otros que las sujeciones de los focos bajos del vehículo se aflojen.
Los incidentes podrían ocurrir "cuando los vehículos policiales son expuestos a largos períodos de trabajo, entre otros por entrenamiento a altas velocidades", indicó Chrysler en un comunicado.
La compañía también aseguró que no ha recibido informes de accidentes y heridos debido a los problemas que han llevado a la Agencia Nacional para la Seguridad en la Carretera de EE.UU. (NHTSA) a llamar a revisión a 9.688 de estos vehículos.
El problema con los frenos fue detectado en diciembre en un vehículo de la policía de Michigan, estado en el que se han adquirido un gran número de estos autos de gran potencia.
El Dodge Charger modificado para uso policial desarrolla cerca de 300 caballos y una velocidad máxima de hasta 150 millas por hora o 241 kilómetros hora. EFE