Buenos Aires, 6 ene (EFE).- El presidente del Banco Central de
Argentina, Martín Redrado, se negó hoy a firmar la renuncia que le
pidió la jefa del Estado, Cristina Fernández, por su oposición a un
decreto que dispone el uso de millonarias reservas en divisas para
pagar deudas soberanas este año.
Redrado, cuyo mandato de seis años vence en septiembre próximo,
sostiene que solo el Parlamento puede cesarlo, por más que el
Ejecutivo haya sido el que lo había propuesto al frente del
instituto monetario, dijeron sus portavoces a los periodistas.
El funcionario se reunió hoy con opositores al Gobierno, quienes
le dieron su apoyo y ratificaron las demandas judiciales que la
oposición ha presentado contra el uso de reservas para pagar de
deudas, a fines del mes pasado.
El conflicto desveló disputas internas por un decreto "de
necesidad y urgencia" por el que la mandataria ordenó disponer de
reservas monetarias por 6.569 millones de dólares, para afrontar
vencimientos de deudas, para lo cual se emitió un título por similar
monto a favor del Banco Central.
Desde hace 15 días, el presidente del instituto monetario se
resiste a tomar las medidas previstas para llevar adelante la
operación, lo que supone "un incumplimiento de sus deberes", aseguró
el jefe del Gabinete argentino, Aníbal Fernández, luego de pedirle
la renuncia por orden de la mandataria.
"Redrado ha asumido posiciones que no tienen que ver con la
política económica del Gobierno: en este país las decisiones las
toma la presidenta, no el presidente del Banco Central", remarcó a
canales de televisión y radios locales.
La Asociación de Bancos Privados de Capitales Argentinos (ADEBA)
pidió en un comunicado que Redrado renuncie a su cargo para
"contribuir a preservar la estabilidad del sistema", mientras un
grupo de trabajadores del Banco Central se manifestaron en la puerta
de la entidad en apoyo a su titular.
El senador Ernesto Sanz, líder de la Unión Cívica Radical (UCR),
la segunda fuerza parlamentaria, respaldó a Redrado al indicar que
el funcionario "no ha hecho más que cumplir" con la carta orgánica
del Banco Central.
"Incurriría en un incumplimiento de sus deberes si usara reservas
monetarias para pagar deudas: las reservas están para garantizar el
valor de la moneda", agregó antes de acudir a la cita con Redrado.
Fernández dictó el polémico decreto a mediados de diciembre
pasado, cuando el Parlamento había entrado en receso, con la excusa
de dar una buena señal a los mercados financieros internacionales,
de los que Argentina permanece apartada desde el cese de pagos de
2001 (102.000 millones de dólares), el mayor de la historia
financiera, a pesar de la reestructuración de 2005.
El conflicto estalla en momentos en que Argentina se prepara para
hacer una oferta de refinanciación de bonos por unos 20.000 millones
de dólares en manos de acreedores que rechazaron la de 2005, entre
ellos fondos de inversión especulativa e inversores de Alemania,
Estados Unidos, Japón e Italia.
"Entiendo que Redrado había puesto hace tiempo su renuncia a
disposición de la presidenta. Lo único que se hizo hoy es aceptarla
y considero por ello que Redrado ha terminado su función", dijo el
ministro argentino de Economía, Amado Boudou, durante una rueda de
prensa.
Boudou, quien prepara una gira por EE.UU. y Europa para promover
la refinanciación de los bonos en mora, confirmó que el Gobierno se
propone poner el frente del Banco Central a Mario Blejer, un antiguo
funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI) que ya había
ocupado ese cargo en 2002.
Sin embargo, Blejer aclaró que "el (Banco) Central tiene
presidente" y que, por lo tanto, él está "inhibido de asumir".
Argentina cuenta con reservas monetarias por más de 48.000
millones de dólares y su uso para pagar deudas ha sido motivo de
demandas judiciales de la oposición, entre ellas de disidentes del
peronista Frente para la Victoria, de Fernández, que perdió la
mayoría propia que tenía en el Parlamento a raíz de su derrota en
los comicios legislativos de junio pasado.
La Corte Suprema de Justicia dio la semana pasada un plazo de
diez días para que el Gobierno dé explicaciones.
El ministro remarcó que sigue vigente la política que desde 2003
mantiene un superávit del Tesoro y de la balanza comercial, además
de un tipo de cambio "competitivo" (actualmente de 3,82 pesos por
dólar) y la decisión de regresar a los mercados de capitales.
Redrado, designado en 2004 con acuerdo del Senado y a propuesta
del ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), esposo y antecesor de
Fernández, se ampara en un artículo de la carta orgánica según el
cual sólo puede ser cesado por el Parlamento en caso de "mala
conducta" o incumplimiento de sus deberes en el Banco Central. EFE