Londres, 30 oct (EFE).- La familia Cosmen, principal accionista
de National Express, expresó hoy su preocupación por la falta de una
estrategia a largo plazo en la empresa, 24 horas después de que se
rechazara una propuesta de fusión planteada por su rival Stagecoach.
"Nuestra mayor preocupación es la consecución del éxito a largo
plazo de la compañía en beneficio de la totalidad de sus
accionistas", dijeron los Cosmen en una comunicación a la Bolsa de
Londres, en la que destacaron que National Express afronta problemas
a corto y largo plazo ante los que debe haber una estrategia clara.
La familia señaló que "la Compañía afronta problemas a corto
plazo que han de resolverse" y añadió: "estamos seriamente
preocupados por la ausencia de una estrategia bien definida para
afrontar los problemas mayores y a más largo plazo".
"Nos preocupa -se indicó en la nota- que no haya existido una
evaluación lo suficientemente completa y exhaustiva de todas las
opciones disponibles para afrontar los problemas tanto a corto como
a largo plazo y, en particular, de la propuesta de fusión de
Stagecoach, una opción que podría solucionar los principales
problemas financieros y estratégicos que afronta la compañía".
Los Cosmen consideraron que la dirección de National Express
"debería esforzarse por garantizar una evaluación de todas las
opciones de la compañía con la participación de un asesor
independiente" y evitar una pérdida de valor de la empresa.
"Nos preocupa que continúe la pérdida de valor para todos los
accionistas si el Consejo no mantiene abiertas todas las opciones e
instamos al Consejo a que busque una asesoría legal y financiera
para que le ayude en este proceso de evaluación", afirmaron.
National Express, propietaria en España de Alsa y Continental
Auto, explicó este miércoles que su rechazo a la propuesta de fusión
de Stagecoach responde a que su prioridad es conseguir ejecutar una
ampliación de capital que le permita sanear sus delicadas finanzas.
Esta decisión se dio a conocer después de que el consorcio
formado por la familia Cosmen y la firma de capital riesgo CVC
retirasen su oferta por National Express.
Este paso supuso un duro revés para Stagecoach, que había
acordado comprar las operaciones de autobuses y ferrocarril de
National Express si la operación prosperaba.
Tras este intento frustrado, Stagecoach decidió aproximarse a
National Express en solitario, con un proyecto preliminar de fusión
que contemplaba la creación de un gigante valorado en 1.700 millones
de libras (1.894 millones de euros) y en el cual National Express
habría retenido una participación del 40 por ciento.
Sin embargo, la compañía anunció en una comunicación remitida a
la Bolsa de Londres que tras evaluar la oferta de Stagecoach ha
decidido "dar por concluidas las negociaciones para evitar nuevas
interrupciones en el negocio" y centrarse, así, en "asegurar una
ampliación de capital exitosa antes de finales de año".
A pesar de que National Express no ha dado más detalles sobre
esta operación y se ha limitado a adelantar que realizará un anuncio
a lo largo del mes de noviembre, los analistas creen que la empresa
pretende recaudar entre 300 y 350 millones de libras (334 y 390
millones de euros).
Stagecoach también expresó su "decepción" ante la decisión tomada
por National Express y ha señaló que no planteará una oferta
alternativa en los próximos seis meses a no ser que se produzca un
cambio significativo en las circunstancias actuales.
El pasado julio, National Express, que emplea a 43.000 personas
en todo el mundo, anunció unas pérdidas en el primer semestre del
año de 41,7 millones de euros, frente a las ganancias de 40,7
millones de euros del mismo período del año anterior.
Los números rojos estuvieron determinados por las pérdidas
derivadas de la explotación de la franquicia ferroviaria East Coast,
que enlaza Londres con Edimburgo y que fue nacionalizada a
principios de ese mes ante las dificultades financieras de la
compañía, cuya deuda neta ascendía a fecha 30 de junio a 977
millones de libras (1.089 millones de euros). EFE