Por Steve Holland y Ayesha Rascoe
WASHINGTON (Reuters) - El presidente Donald Trump comprometió a Estados Unidos en un conflicto abierto en Afganistán, revirtiendo el curso de sus promesas de campaña y señalando que enviará tropas a la guerra más larga que ha librado su país en "una lucha para ganar".
Trump ofreció pocos detalles en un discurso el lunes, pero prometió una intensa campaña militar contra los insurgentes talibanes que han ganado terreno contra las fuerzas del Gobierno afgano respaldado por Washington. También criticó a Pakistán por albergar a milicianos en refugios seguros en su territorio.
"No estamos construyendo una nación. Estamos matando a terroristas", dijo en un discurso transmitido por televisión en el horario de mayor audiencia desde una base militar en las afueras de Washington.
El movimiento talibán condenó rápidamente la decisión de Trump de mantener a las tropas estadounidenses en Afganistán sin un calendario de retirada, prometiendo continuar la "yihad" hasta que todos los soldados de ese país se hayan ido.
"Si Estados Unidos no retira todas sus fuerzas de Afganistán, convertiremos a este país en el cementerio del Siglo XXI para el imperio estadounidense", dijo el portavoz talibán Zabihullah Mujahid en un comunicado.
Trump se postuló a la presidencia pidiendo una rápida retirada de las fuerzas de su país de Afganistán y reconoció el lunes que la aprobación del nuevo plan de campaña que persiguen sus asesores iba en contra de sus instintos.
"Las consecuencias de una salida rápida son predecibles e inaceptables", indicó. "Una retirada precipitada crearía un vacío que los terroristas, incluyendo el Estado Islámico y al Qaeda, llenarían instantáneamente", agregó.
El mandatario republicano, que había criticado a sus predecesores por fijar plazos para la salida de las tropas desde Irak y Afganistán, declinó establecer un cronograma sobre las operaciones militares ampliadas de Estados Unidos en Afganistán.
Trump ahora hereda los mismos desafíos que George W. Bush y Barack Obama, incluyendo una persistente insurgencia talibán y un gobierno débil y dividido en Kabul.
Las autoridades estadounidenses dijeron que Trump aprobó los planes del secretario de Defensa, James Mattis, de enviar unos 4.000 efectivos adicionales que se sumarán a los 8.400 que se encuentran actualmente desplegados en suelo afgano.