Tokio, 26 abr (EFE).- El Banco de Japón (BOJ) subió hoy sus previsiones de crecimiento de la economía nipona, tanto del PIB real como de la inflación hasta 2015, impulsado por las medidas de flexibilización económica aprobadas recientemente por el emisor.
Según las estimaciones del BOJ, el PIB nipón se situará en 2013 en el 2,9 %, seis décimas más que en su anterior estimación, mientras que el índice de precios de consumo (IPC) se colocará en el 0,7 %, tres décimas más de lo previsto en enero.
Para este ejercicio, "se espera que Japón vuelva a la senda de la recuperación moderada", una vez que haya "dejado de debilitarse y muestre signos de mejora", detalló el BOJ en un comunicado.
El emisor además respaldó su plan para acabar en un periodo de dos años con la deflación que registra el país desde hace cerca de 15 años, al anunciar que estima registrar una inflación del 1,4 % en 2014 y del 1,9 % en 2015, muy cerca de la meta del 2 por ciento impulsada por el Gobierno y la entidad.
Además, para los próximos años, el BOJ espera que el PIB real se sitúe en el 1,4 %, cinco décimas más de lo previsto con anterioridad, y en 2015 alcance el 1,6 %.
En su análisis semestral de la economía nipona, el banco central remarcó que espera además que en este año 2013 la "demanda doméstica se mantenga fuerte debido a los efectos de la flexibilización monetaria y a otras medidas económicas" aprobadas en los últimos meses.
En este sentido, a primeros de abril el BOJ anunció un nuevo y contundente programa de estímulo impulsado por su nuevo gobernador, Haruhiko Kuroda, que supuso la ampliación de la base monetaria, al duplicar la compra de deuda pública y de activos financieros de mayor riesgo.
El emisor volvió a ratificar hoy sus medidas aprobadas recientemente y mantuvo su apuesta de duplicar la base monetaria en los próximos dos años, a un ritmo anual de entre 60 y 70 billones de yenes (entre 464.400 y 541.780 millones de euros).
A pesar de que el BOJ espera que las economías globales "permanezcan estables" en general durante 2013, consideró que "aún existe una considerable incertidumbre" en la zona euro y avisa de la necesidad de "mantener la vigilancia" sobre su evolución.
Con respecto a la economía doméstica, prevé que "las condiciones financieras sean favorables" por las medidas de flexibilización, que la inversión pública "continúe incrementándose a un nivel alto" y que las empresas y hogares mantengan un crecimiento a medio y largo plazo. EFE