El Santander gana un 4,8 % menos en trimestre y augura un futuro mejor

Madrid, 28 abr (EFE).- El Banco Santander ganó 2.108 millones en los tres primeros meses de 2011, un 4,8 % menos que un año antes, por la menor actividad propia de la crisis y a pesar de una mejora de los ingresos en España que, junto a otras regiones, les permite ser optimistas sobre el futuro del grupo en este ejercicio.

El consejero delegado del grupo, Alfredo Sáenz, destacó en rueda de prensa las enormes ventajas de la diversificación geográfica del Santander, con el claro ejemplo de Latinoamérica, donde obtiene más del 40 % de sus ganancias, muy lejos del 13 % que aporta España.

Sin embargo, auguró que la contribución de España aumentará en los próximos años, mientras que el negocio lo está haciendo a pesar de la "debilidad" económica.

Los mayores ingresos no deberían venir por un aumento del crédito, ya que advirtió de que la economía española debe seguir reduciendo su endeudamiento para lograr la recuperación.

Frente al argumento contrario de muchos, Sáenz aseguró que la concesión de créditos tiene que seguir cayendo para conseguir que empresas, familias y sector público reduzcan sus deudas en un 30 % del PIB, lo que podría demorarse hasta avanzado 2012.

Las mejores perspectivas para España estarán condicionadas no sólo por la fortaleza competitiva del banco, que no tiene planes para cerrar sucursales ni para prejubilar empleados, sino también porque las necesidades de provisiones para insolvencias seguirán cayendo.

Con ese fin, el primer trimestre el banco destinó 2.188 millones de euros, la cantidad más baja desde el primer trimestre de 2009.

En cualquier caso, la clave de España será una previsión de ingresos superior a la de los meses precedentes, a la que contribuirá el menor impacto negativo en la cuenta de resultados de una "guerra del pasivo" que da por finalizada.

En el último año, el Santander y otras entidades -incluso cajas que han recibido préstamos del Estado- se dedicaron a ofrecer intereses próximos al 4 % en sus depósitos para captar ahorros de los clientes ante el cierre de la financiación mayorista.

Además, el banco se beneficiará de la subida de los tipos de interés sin variar su previsión de que su morosidad en España "tocará techo", previsiblemente en el tercer trimestre, sin llegar al 5 %, desde el 4,57 % del cierre de marzo.

Pero el Santander sigue lamentando tener que pagar más que sus competidores europeos por financiarse en los mercados mayoristas debido a la desconfianza hacia España, aunque es "improbable" el rescate, y a pesar de elogiar las importantes reformas acometidas por el Gobierno desde mayo de 2010.

Entre ellas, la del sistema financiero que ha "desmutualizado" a las cajas y permitirá una gran reconversión de la que saldrá un sector financiero "mejor gestionado y más racional", dijo.

En esa reconversión, los expertos no descartan que surjan oportunidades para que el Santander adquiera alguna caja, pero Sáenz prefirió no hablar de hipótesis, aunque destacó varias veces la fortaleza del grupo, que cuenta con un "core capital" -el de mayor calidad- que a cierre de marzo alcanzó el 9,66 %.

En cuanto a los principales márgenes de la cuenta, el de intereses creció el 5,5 %, hasta 7.514 millones, y el que mide los ingresos por comisiones se elevó el 5,8 %, hasta 10.852 millones.

En Europa Continental ganó 1.054 millones, un 14 % menos; en Latinoamérica, 1.270 millones, un 27 % más; en EEUU, Sovereign más que duplicó sus resultados, hasta 301 millones; y en Reino Unido, el banco obtuvo 491 millones, un 2 % más.

Incluso para Portugal, donde creen que el Santander Totta tiene capacidad de seguir dando buenos resultados, la previsión para todas las áreas de negocio es buena y los planes de sacar a bolsa la filial británica en la segunda mitad de 2011 se mantienen.

Quizá por eso las acciones del banco se revalorizaron sólo hoy un 1,49 %, hasta 8,60 %.

En los tres primeros meses del año, el Santander incorporó el negocio de 173 oficinas del sueco Skandinaviska Enskilda Banken (SEB) en Alemania y lanzó una opa para controlar el Bank Zachodni WBK en Polonia. EFE

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