Por Geoffrey Smith
Investing.com - El yen gana posiciones al intervenir el Banco de Japón para respaldarlo en el mercado de divisas por primera vez desde 1998, sólo unos minutos después de señalar que todavía no quiere ajustar su política monetaria.
La moneda japonesa repuntó bruscamente desde que registrara mínimos de 24 años en 145,90 por dólar, llegando a 140,73 para después empezar a retroceder.
A las 11:25 horas (CET), el dólar había recuperado alrededor de la mitad de lo que había perdido durante la subida inicial del yen, situándose en 142,44, lo que supone un descenso intradía del 1,2%.
El movimiento es importante porque los bancos centrales de las economías avanzadas han renunciado en gran medida a la intervención en el mercado de divisas en las últimas tres décadas, permitiendo que sus monedas floten libremente en sintonía con los fundamentales del mercado. Los fundamentales del yen han sido básicamente negativos este año, ya que el Banco de Japón se ha negado a subir los tipos de interés, ampliando las primas de que gozan otras divisas como el dólar, la libra esterlina e incluso el euro.
Los analistas afirman que es poco probable que la intervención impida que el yen se siga debilitando a medio plazo, pero puede hacer que los participantes del mercado se lo piensen mejor antes de seguir vendiendo la divisa en corto.
"Por el momento, podríamos ver algunos posicionamientos en corto en el yen, sobre todo si el Banco de Japón sigue interviniendo en el mercado en nombre del Ministerio de Finanzas a principios de la semana que viene", dicen los analistas de Informa Global Markets en una nota a los clientes. "Está claro que Japón necesita frenar el debilitamiento del yen antes de que cree más tensiones al alza para los precios internos".
Añaden que: "Es improbable que una intervención unilateral de Japón desencadene una recuperación del yen de forma sostenible, ya que el telón de fondo es una Fed agresiva y un fortalecimiento absoluto del dólar".
El movimiento se produce un día después de que la Reserva Federal elevara el rango objetivo de los fondos federales en otros 75 puntos básicos, hasta el 3%-3,25%, y señalara su intención de subirlos por encima del 4% el año que viene, en su intento de reducir la inflación que se encuentra en máximos de 40 años.
Por el contrario, el Banco de Japón, en su reunión del jueves, decidió mantener inalterados sus tipos de interés y su política de limitar el rendimiento de los bonos a largo plazo, afirmando que el debilitamiento subyacente de la demanda en Japón garantizará que la inflación retroceda por sí misma el año que viene.
"Teniendo una situación económica y de precios claramente diferente, no hay necesidad de que Japón elimine los tipos negativos sólo porque otros lo hayan hecho", aseguraba el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, en una rueda de prensa tras la reunión.