Lisboa, 19 jul (EFE).- Los intereses de la deuda portuguesa cayeron hoy en todos los plazos y en el caso de sus títulos a diez años rebajaron la barrera psicológica del 7 %, después de una semana bajo presión por la incertidumbre de la crisis de Gobierno.
El diálogo de los tres principales partidos en Portugal continuó por sexto día consecutivo sin que se asegure, por el momento, un acuerdo que garantice la estabilidad política.
Pese a ello, los mercados volvieron a aliviar la presión sobre la deuda soberana del país, y sus obligaciones a diez años -que sirven de referencia- retrocedieron hasta el 6,8 %, dos décimas menos que al cierre del día anterior.
Los inversores expresaron sus recelos sobre el desenlace del diálogo político durante toda la semana en el mercado secundario -donde se compran y venden los títulos adquiridos en subasta pública- y mantuvieron las tasas por encima del 7 %, después de que el viernes pasado llegaran a rozar el 8 %.
En los vencimientos más cortos, las obligaciones lusas a cinco años también cayeron y se vendieron a un interés del 6,3 % frente al 6,6 % de ayer, y a dos años caían al 5 %, dos décimas menos que lo pagado al cierre del jueves.
En estos plazos, la rentabilidad exigida por los inversores marcó máximos del año hace una semana, y alcanzaron el 7,3 % en el caso de los títulos a cinco años y el 5,7 % a dos años.
Las dificultades de Portugal para ganarse la confianza de los mercados se reflejaron igualmente en la subasta de deuda a corto plazo de este miércoles, en la que el Tesoro tuvo que pagar intereses más altos.
A pesar de colocar el máximo de la emisión de deuda a corto plazo, 1.500 millones de euros, los títulos a doce meses se vendieron a una rentabilidad un 40 % superior a la del último precedente.
La crisis política se abrió por las disensiones en el seno de la coalición gubernamental conservadora que llevaron al líder del partido democristiano minoritario y ministro de Exteriores, Paulo Portas, a presentar su dimisión el pasado 2 de julio.
Los dos partidos de la alianza, el Socialdemócrata (PSD) y el Centro Democrático Social Partido Popular (CDS-PP), llegaron a un nuevo compromiso de estabilidad días más tarde y el propio Portas decidió permanecer en el gabinete.
Sin embargo, el presidente conservador luso, Aníbal Cavaco Silva, no aceptó esta solución y pidió un consenso más amplio que incluyese a los socialistas y garantizase la estabilidad política hasta el fin del programa de asistencia financiera, previsto para junio 2014. EFE