Por Richard Balmforth y Anton Zverev
KIEV/DONETSK (Reuters) - Ucrania acusó el miércoles a Rusia de realizar una nueva incursión militar cruzando la frontera entre las dos antiguas repúblicas soviéticas, echando tierra a las esperanzas de que la reunión de la vispera entre sus dos presidentes pudiera suponer un cambio en una crisis que ya dura cinco meses.
Las acusaciones sobre una participación directa de Rusia en favor de los separatistas en Ucrania han llevado a que las potencias occidentales impongan sanciones a Moscú, que niega vehementemente la acusación, y elevaron la tensión a niveles que no se veían desde la Guerra Fría.
El portavoz militar ucraniano Andriy Lysenko dijo que un grupo de soldados rusos cruzó la frontera en vehículos de transporte blindados y que un camión entró en la localidad de Amvrosiyivka, no lejos de donde Ucrania detuvo a 10 soldados rusos el lunes.
En otro comunicado, los servicios de seguridad ucranianos dijeron que han detenido a otro soldado ruso en el este del país que ha confesado que su unidad dio apoyo militar a rebeldes separatistas.
Lysenko agregó que 200 separatistas prorrusos murieron en combates en Horlivka y Ilovaysk. También afirmó que en las últimas 24 horas han muerto 13 miembros de las fuerzas de seguridad ucranianas y que 36 han resultado heridos.
El Ministerio de Defensa ruso no respondió inmediatamente sobre la supuesta incursión.
Rusia niega haber enviado armas y soldados para ayudar a rebeldes en el este de Ucrania y afirma que los hombres capturados el lunes cruzaron por error una sección no marcada de la frontera.
Las conversaciones del martes en la capital de Bielorrusia entre Vladimir Putin y Petro Poroshenko parecieron mostrar cierto progreso para poner fin a la guerra, que según la ONU ha causado más de 2.200 muertos. Esta cifra no incluye a las 298 personas que fallecieron tras el derribo de un avión malasio en julio sobre territorio dominado por rebeldes.
Tras reunirse con Putin, Poroshenko prometió que trabajará en un plan urgente de alto el fuego para desactivar el conflicto, en que los rebeldes han declarado dos repúblicas independientes en el este del país, formando una región a la que se refieren como Novorossiya, que significa "Nueva Rusia".
Putin dijo que depende de los ucranianos decidir las condiciones del alto el fuego, pero que Moscú "contribuirá a crear una situación de confianza".
Pero las nuevas acusaciones del miércoles dejaron claro que la disputa respecto al papel de Rusia en la crisis ucraniana no fueron resueltas.
"Las últimas noticias sobre la presencia de soldados rusos en territorio ucraniano deben ser explicadas", dijo Steffen Seibert, portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel.
Estados Unidos dijo el miércoles que la nueva incursión muestra que es probable que haya una contraofensiva rusa en dos localidades ucranianas.
Y el líder rebelde Oleg Tsaryov escribió en Facebook que recibía con beneplácito las conversaciones, pero que los separatistas no se conformarán sin otra cosa que no sea la independencia total.
"Debe entenderse que un arreglo genuino de la situación sólo es posible con la participación de representantes de Novorossiya. No permitiremos que se decida nuestra suerte a nuestras espaldas", explicó.
Remarcando aún más la desconfianza entre Kiev y Moscú, el primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, dijo que conoce planes de Rusia para detener los flujos de gas a Europa este invierno, de los cuales la mitad se envía a través de gasoductos que pasan por Ucrania.
Rusia recortó los envíos de gas a Ucrania en junio en una disputa por precios y deudas, pero ha seguido abasteciendo a Europa.