París, 15 ene (EFE).- La economía francesa podría crecer en 2012 por debajo del 1 por ciento del PIB previsto por el Gobierno, lo que haría que el Ejecutivo galo tomase medidas de ajuste del estilo de las aplicadas en 2011, aseguró hoy el primer ministro francés, François Fillon.
Las previsiones apuntan a que el crecimiento de la economía francesa será "menos elevado que la estimación con la que trabaja el Gobierno", explicó Fillon en una entrevista publicada hoy por el "Journal du Dimanche (JDD)" tras la pérdida de la triple A que Standard & Poor's (S&P) asignaba a Francia.
El año pasado, el Gobierno francés aplicó dos planes de ajuste, el primero en agosto, para ahorrar 12.000 millones de euros entre 2011 y 2012, y el segundo en noviembre, para economizar 18.600 millones de euros de las arcas públicas entre 2012 y 2013.
"Lo que hay que hacer ahora son las reformas de competitividad. ¿Cómo hacer que los parados se formen en ámbitos que correspondan con la necesidades de la economía francesa? ¿Cómo bajar el coste del trabajo reformando la financiación de la protección social?", se preguntó el primer ministro galo.
Algunas de esas cuestiones se abordaran el próximo miércoles, cuando el Gobierno ha programado una cumbre social en la que también se abordarán temas como la jornada de trabajo de 35 horas semanales.
Otra de las reformas que quiere aplicar el Ejecutivo a menos de cien días de las próximas elecciones presidenciales es la relacionada con el impuesto sobre el valor añadido (IVA) para que grave parte de los productos importados frente a los franceses.
El llamado "IVA social" estaría destinado a encarecer aquellos productos que provengan de países con mano de obra barata.
"La reforma planteada no tiene el objetivo de reflotar las cajas del Estado. Se trata de bajar el coste del trabajo y de encontrar una manera de financiar la Seguridad Social", explicó Fillon al "JDD".
El primer ministro recordó que "Alemania lo ha hecho, con un débil impacto sobre el precio de los productos fabricados en el país y encareciendo el precio de los productos importados" y esa es la línea que quiere seguir Francia.
Fillon, encargado de encajar el golpe político de la pérdida del sobresaliente financiero de Francia para evitar el desgaste del jefe del Estado, Nicolas Sarkozy, aprovechó también para ensalzar la política económica del Gobierno y criticar las propuestas de la oposición.
"La gravedad de la crisis requiere una gran continuidad en la aplicación de políticas económicas", dijo Fillon, quien destacó que "no hay comparación posible" entre Sarkozy y los líderes de países que vieron caer sus notas financieras y después vivieron un cambio de Gobierno, como Grecia, Irlanda, Portugal, Italia.
"No hay comparación posible con Francia. La notación de esos países no tiene nada que ver con la nuestra", agregó el primer ministro, quien aseguró que no hay "alternativa creíble" frente a la propuesta de Sarkozy.
En ese sentido, recomendó al candidato socialista, François Hollande, que someta su propio programa al análisis de Standard & Poor's.
"Sería interesante saber qué piensa una agencia de calificación de un programa en el que no hay más que aumentos de los gastos, subidas de impuestos y, peor aún, pasos atrás como la reforma de las pensiones o la política nuclear de Francia", añadió. EFE