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Santiago de Chile, 21 dic (EFE).- La economía de América Latina y el Caribe se desacelerará el próximo año y crecerá un 3,7 %, en comparación con un 4,3 % en 2011, debido al menor dinamismo de la actividad mundial y a la incertidumbre y volatilidad de los mercados financieros, afirmó hoy la Cepal.
Según el balance preliminar de la economía regional, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) considera que, tras la expansión del 5,9 % en 2010, los resultados de 2011 "han sido relativamente satisfactorios ante un contexto crecientemente complejo".
Para 2012, se avizora "un entorno aún más turbulento e incierto", con el bloqueo político de medidas para impulsar el crecimiento en Estados Unidos y la perspectiva de que Europa viva "una década pérdida". Todo ello tendrá "un efecto acotado" en América Latina y el Caribe, según el documento.
Ante ese panorama, la secretaria ejecutiva de la Cepal, la mexicana Alicia Bárcena, pidió una "verdadera coordinación en materia de políticas internacionales" y medidas de estímulo económico y no solamente de ajuste fiscal.
Según Bárcena, pese a esa inestabilidad, durante gran parte de 2011 el contexto externo fue favorable para la región.
Los países con mayor crecimiento este año fueron Panamá (10,5 %), Argentina (9,0 %), Ecuador (8,0 %), Perú (7,0 %) y Chile (6,3 %), mientras El Salvador solo creció un 1,4 %; Cuba, un 2,5 %, y Brasil, un 2,9 %.
Por subregiones, Sudamérica creció un 4,6 %, Centroamérica un 4,1 % y las naciones caribeñas solo un 0,7 %.
En conjunto, el crecimiento estimado para 2011 supuso un aumento del producto per cápita del 3,2 %, mientras la tasa de desempleo abierto regional bajó del 7,3 % al 6,8 %.
La demanda interna se mantuvo fuerte, lo que se reflejó en un incremento del volumen de las importaciones, mientras que el alza en el valor de las exportaciones se explicó más por los buenos precios de los bienes básicos que por el aumento del volumen.
Este año, la región enfrentó varios desafíos, entre ellos la inflación, que registró un "aumento moderado", desde el 6,6 % en 2010 al 7,0 %, y la apreciación cambiaria, que se arrastraba desde años anteriores y que se prolongó hasta julio.
Ante esa apreciación, los países de la región intervinieron los mercados de divisas, lo que contribuyó a aumentar sus reservas monetarias internacionales, uno de sus mecanismos de defensa más importantes, destacó Bárcena.
Además, el coeficiente de inversión de la región alcanzó el 22,8 % del PIB, aunque está lejos del nivel necesario para cerrar la brecha de infraestructuras que padece América Latina, apuntó la responsable del organismo.
En tanto, la deuda pública total volvió a caer, hasta el 28 % del PIB, lo que reduce la vulnerabilidad de la región, mientras el espacio fiscal experimentó una "recuperación parcial", al pasar de un déficit del 1,9 % en 2010 al 1,5 % en 2011.
Sin embargo, esa cifra muestra que hay un margen menor al que se tenía en 2008, cuando el déficit era del 0,4 %, para tomar medidas contracíclicas ante la crisis, que ya se ha reflejado en los últimos meses en una desaceleración de la demanda.
Aun así, este año el consumo de los hogares se mantuvo fuerte, al alero de un positivo desempeño de los mercados laborales, con una tasa de desempleo que puede prolongar su caída hasta el 6,6 % en 2012, la cifra más baja de las últimas dos décadas, y del aumento dinámico del crédito.
Esos factores se traducen también en un descenso de la tasa de pobreza del 31,4 % en 2010 al 30,4 % en 2011, con 174 millones de personas en esa condición.
Para 2012, en tanto, la previsión de 3,7 %, que supone "una desaceleración acotada" en la región, contempla "un entorno aún más turbulento e incierto", marcado por el bajo crecimiento de los países desarrollados.
La expansión estará liderada por Haití (8,0 %), seguido de Panamá (6,5 %), Perú (5,0 %), Ecuador (5,0 %) y Argentina (4,8 %), mientras que Chile crecerá un 4,2 %, Brasil lo hará un 3,5 % y México logrará un 3,3 %.
Este escenario base de la Cepal considera que la crisis de deuda en la Zona Euro se va a controlar.
El organismo no ha trazado hasta ahora un escenario que contemple una situación más grave, pero de producirse, este llegaría en primer lugar por el canal del comercio. Un 13,1 % de las exportaciones latinoamericanas van a Europa.
Como reflejo del enfriamiento, la Cepal asegura que la demanda interna se está desacelerando, lo que se refleja en menores tasas de crecimiento de las importaciones y en menores ingresos fiscales.
También los precios de los principales productos de exportación van a la baja y se prevé para 2012 una moderada caída de los términos de intercambio, vinculada a los hidrocarburos, los alimentos y en menor medida a la minería.
Aun así, según la Cepal, la región tiene fortalezas que le permitirían afrontar mejor la caída de la economía mundial, como son un alto nivel de reservas, mejoras en las cuentas públicas, bajos niveles de deuda pública y una perspectiva de inflación decreciente. EFE
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