(Corrige el primer párrafo)
Natalia Kidd
Buenos Aires, 6 oct (EFE).- Expertos y directivos de las mayores
empresas de energía del mundo coincidieron hoy en que en el mediano
y largo plazo el consumo global de gas aumentará, aunque en
creciente competencia con las energías renovables, mientras en el
corto plazo el impacto de la crisis aún se hará sentir en el sector.
Al inaugurar hoy en Buenos Aires la Conferencia Mundial del Gas,
el presidente del grupo español Repsol, Antonio Brufau, vaticinó que
la demanda global de gas crecerá un 22 por ciento en los próximos 25
años.
Brufau predijo que la demanda de gas será impulsada por el
crecimiento de los países emergentes, un pronóstico con el que
coincidió el vicepresidente del directorio de Gazprom, Alexey
Miller.
"Para 2020 la población mundial va a llegar a 8.500 millones de
habitantes, con un aumento del consumo de gas per capita aportado
principalmente por China, India, Brasil e Indonesia", afirmó el
ejecutivo del gigante energético ruso.
Estos pronósticos de una creciente demanda coexisten con otros
que vaticinan que el gas natural en los próximos años deberá
afrontar el desafío de las crecientes fuentes de energía renovable.
Las llamadas "energías limpias" están llamadas a ocupar una
porción cada vez mayor dentro de la matriz energética gracias a los
compromisos asumidos por los países para reducir la emisión de gases
de efecto invernadero como estrategia para combatir el cambio
climático.
Europa, por ejemplo, ha comprometido un recorte del 20 por ciento
en sus emisiones para 2020, una meta ambiciosa que supondrá que para
entonces ese continente deberá haber incrementado el peso de las
energías renovables dentro de su matriz energética desde el actual 7
por ciento hasta un 20 por ciento.
Este avance de las energías renovables podría suponer a priori un
retroceso para el gas natural, segunda fuente de energía más
utilizada en Europa.
Sin embargo, expertos y empresas coinciden en que los compromisos
ambientales adoptados por los Gobiernos podrían volverse una
"oportunidad" para el gas en, por ejemplo, la sustitución del carbón
para producir electricidad con menor coste económico y ambiental.
Según Bernhard Reutersberg, director general de la empresa
alemana E.ON Ruhrga, el gas es una energía "limpia, amistosa con el
ambiente, confiable y segura" que, junto con el petróleo y la
energía nuclear "seguirán aportando por mucho tiempo al mundo porque
el desarrollo de energías renovables es lento".
"Habrá un crecimiento en el uso del gas a medida que los países
actualicen sus agendas respecto al cambio climático", dijo en una
rueda de prensa Coby van der Linde, catedrática y directora del
Clingendael International Energy Programme.
Con un discurso menos ambientalista, el directivo de Gazprom, la
mayor empresa productora de gas del mundo, fue enfático al afirmar
que el desarrollo de la economía sólo es posible gracias a los
hidrocarburos, una fuente a su criterio insustituible de momento,
mientras aseguró que el gas es la energía "más barata y la única que
puede garantizar el suministro en momentos de demanda pico".
Gazprom es el mayor abastecedor de gas a Europa, cuyo consumo
cayó si significativamente por efecto de la crisis global y "podría
llegar a compensarse en tres años", según vaticinó Reutersberg.
Esta abrupta caída en el consumo está afectando a los precios del
gas natural, que en algunos casos llegan a entre 3,50 y 4 dólares el
millón de BTU (unidad térmica británica) en "boca de pozo", lo que
vuelve inviables algunos proyectos de exploración y producción,
según explicó Tim Eggar, presidente de la compañía rusa Nitol Solar.
Eggar indicó que actualmente hay "exceso de oferta de gas, por lo
que habrá mayor competencia entre los proveedores".
Para el futuro, en la conferencia que concluirá el próximo
viernes en Buenos Aires se multiplican las voces que ven "cambios
significativos" en el mercado del gas gracias al desarrollo de los
gases no convencionales, como el metano y otros derivados de
minerales que, por ejemplo, ya empezaron a extraerse en yacimientos
de carbón de Canadá y Australia.
Otro elemento que dinamizará el sector será la creciente demanda
de gas natural licuado (GNL), que según algunos pronósticos
representará para 2020 el 25 por ciento del mercado del gas.
A juicio del presidente de Qatargas, Faisal Al-Suwaidi, hay
perspectivas favorables para una mayor producción de GNL, aunque
reconoció que el desarrollo de ese sector es "lento". EFE