Lisboa, 3 feb (EFE).- El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, está seguro de que Portugal cumplirá los compromisos del programa de su rescate y podrá volver a financiarse en el mercado en 2013.
En una entrevista que publica hoy el semanario lisboeta "Sol", el dirigente conservador señala, sin embargo, que espera conseguir mas "flexibilidad" de los organismos internacionales en las medidas exigidas en materia de financiación para aliviar la fuerte restricción de crédito que sufren las empresas lusas.
"No vamos a pedir ni más tiempo ni más dinero, sino que se analice el escenario macroeconómico con mayor realismo para evitar una ruptura de la financiación a las empresas privadas", explica Passos Coelho.
Es necesario, agrega, "mayor flexibilidad en el proceso de desapalancamiento", resume el primer ministro, para que las condiciones de solvencia exigidas a la banca lusa no estrangulen aún más la deprimida economía portuguesa, que este año sufrirá una recesión calculada ya en el 3 %.
En sus declaraciones, destaca la necesidad de sensibilizar sobre esa cuestión a la "troika", responsable del préstamo de 78.000 millones de euros concedido a Lisboa en mayo pasado e integrada por la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Passos Coelho insiste, empero, en que su país no precisa de más fondos que los ya acordados en mayo y rechaza los vaticinios de la prensa europea sobre la imposibilidad de que Lisboa pague su deuda.
"Nuestra deuda es sostenible", asegura, y la austeridad es imprescindible para lograr crecimiento.
"Tenemos que adecuar nuestras necesidades de financiación a lo que somos capaces de producir", abunda el primer ministro luso al reconocer que para una economía "viciosa del crédito", como la portuguesa, ese es un objetivo duro que exige sacrificios.
El dirigente conservador luso, cuyo partido cuenta con mayoría absoluta parlamentaría tras su victoria en las elecciones anticipadas de junio pasado, reconoce, no obstante, que la presión impositiva, incrementada aún más para sanear el Estado, es excesiva en Portugal.
En los próximos tres años, asegura, el Ejecutivo espera reducir sustancialmente el gasto público y generar "un alivio fiscal importante". EFE