Berlín, 4 sep (EFE).- El poderos sindicato alemán del metal
IG-Metall rechaza tajantemente la posibilidad de que el consorcio
General Motors (GM) opte finalmente por no vender su filial europea
Opel y que ésta continúe formando parte del grupo estadounidense, al
que plantean reclamaciones millonarias.
"No existen perspectivas de rescate para Opel si las decisiones
continúan tomándose en Detroit por gente que es responsable de la
mayor quiebra automovilística de la historia", afirma el dirigente
del sindicato Armin Schild en declaraciones que publica hoy el
rotativo "Berliner Zeitung".
Tras acusar a GM de retrasar desde hace meses una decisión sobre
el futuro de Opel, Schild advierte de que, ante la situación actual
de incertidumbre, la plantilla de Opel ya no está dispuesta a
continuar haciendo concesiones financieras.
"Hemos exigido a GM que abone las retenidas subidas salariales.
Queremos ver el dinero ahora", afirma el dirigente del poderoso
sindicato gremial germano, quien subraya que la posible decisión de
no vender Opel supondría una ruptura contractual de consecuencias
graves para General Motors.
Schild recuerda que la plantilla de Opel podría reclamar
inmediatamente el abono de las congeladas pagas de verano por un
valor de entre 40 y 50 millones de euros, así como unos 300 millones
de euros mas de las subidas salariales que están pendientes de ser
aplicadas.
Además advierte de que, en el caso de que se suspenda la venta de
Opel, la plantilla del fabricante europeo de automóviles no estaría
dispuesta a hacer la aportación de 1.200 millones de euros para su
saneamiento acordada en el caso de que el comprador sea el grupo
austro-canadiense Magna.
El líder sindical afirma además que "a GM no le va nada bien. La
empresa no ha resuelto ni uno solo de sus problemas tras la
declaración de insolvencia. Únicamente ha reducido su total
endeudamiento a costa de los acreedores y los trabajadores".
Schild señala que Opel sólo puede ser adquirida por quien
presente un concepto de reestructuración sostenible, con una
aportación mínima de 6.000 millones de euros.
Finalmente acusa a la dirección de General Motors de dañar
conscientemente los intereses de Opel cuando sólo faltan dos semanas
para el inicio de la Feria Internacional del Automóvil de Fráncfort,
donde debe presentarse el nuevo modelo Astra.
Por otro lado, el ministro alemán de Economía, Karl Theodor zu
Guttenberg, espera y demanda que el consorcio estadounidense General
Motors (GM) decida lo mas tarde la semana que viene sobre el futuro
de su filial europea Opel.
"Esperamos para la semana que viene una decisión básica del
consejo de administración (de GM). Negociamos una solución con
inversores que se sostenga", dijo hoy Guttenberg en declaraciones al
informativo matinal de la televisión pública alemana ARD.
El titular alemán de Economía destacó que "nos encontramos en
medio de las negociaciones. Nosotros, como Gobierno federal, hemos
hecho nuestros deberes".
Añadió que los contratos para la venta de Opel se encuentran
listos para ser firmados y que debe ser General Motors, casa matriz
de Opel, la que actúe ahora.
El Gobierno alemán federal reiteró esta semana su apuesta por el
consorcio austro-canadiense Magna en la operación de venta de Opel
por parte de General Motors, pese a la nueva oferta mejorada del
inversor belga RHJI. EFE