Washington, 24 jul (EFE).- El presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., John Boehner, dijo hoy que está trabajando en un plan "marco" para alcanzar un acuerdo sobre el déficit a lo largo del día, pero si los demócratas no aceptan los republicanos están preparados para seguir "por su cuenta".
En una entrevista con el programa "Fox News Sunday", Boehner dijo que preferiría llegar a un acuerdo bipartidista para reducir el déficit y elevar el techo de la deuda, actualmente fijado en 14,29 billones de dólares.
Sin embargo, "demasiado pronto para decidir si eso es posible", señaló Boehner, mientras que continúan las conversaciones entre republicanos y demócratas tras la reunión que mantuvieron el sábado en la Casa Blanca con el presidente de EE.UU., Barack Obama.
"Yo preferiría tener un enfoque bipartidista para resolver este problema. Si eso no es posible, tanto yo como mis colegas republicanos en la Cámara estamos dispuestos a movernos por nuestra cuenta... hoy", afirmó.
Boehner abandonó el viernes las conversaciones sobre la deuda acusando a Obama de presionar demasiado sobre un aumento de los impuestos, mientras que los republicanos hacen más hincapié en los recortes de gasto en algunos programas gubernamentales.
El republicano acusó a la Casa Blanca de no apostar por un plan que se tome en serio el corte del gasto público y dijo que la propuesta que hizo el pasado domingo para recaudar 800.000 millones de dólares en la próxima década, entre otras medidas, "sigue en la mesa".
Boehner insistió en que los 800.000 millones provendrían de una base tributaria más amplia y acusó a la Casa Blanca de romper las negociaciones al tratar de introducir una medida para recaudar 400.000 millones adicionales.
El líder republicano mantuvo además su postura de que el aumento del techo de la deuda, así como la introducción de una serie de reformas fiscales, tienen que hacerse en dos etapas.
Su propuesta es llegar a un acuerdo para elevar el límite de la deuda hasta finales de 2011 para evitar que el Gobierno caiga en mora y continuar la negociación más adelante.
De no haber un acuerdo antes del 2 de agosto, según el Tesoro de EE.UU., en esa fecha el Gobierno federal se quedaría sin fondos para hacer frente a todas sus obligaciones y debería declararse, parcialmente, en suspensión de pagos.
Obama se ha opuesto a una solución de "corto plazo" por considerar que puede dar un mensaje de inestabilidad al mercado, que ya ha mostrado su preocupación por las repercusiones que desencadenaría en la economía internacional. EFE