César Muñoz Acebes
Quito, 9 dic (EFE).- Los doce países miembros de la OPEP previsiblemente mantendrán la producción actual sin cambios en su reunión del sábado en Ecuador, pese al alza reciente del precio del crudo, que ha colocado el barril estadounidense de referencia cerca de los 90 dólares.
En recientes declaraciones, los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se han mostrado cómodos con la actual cotización.
"Cuando el precio llegue a los 100 dólares habrá algo mal y tendremos que hacer algo al respecto", dijo a la prensa hoy en Quito el secretario general de la asociación, Abdalla El-Badri.
En Teherán, el representante iraní ante la OPEP, Mohammad-Ali Khatibi, dijo esta semana que un barril de petróleo a 100 dólares "es bastante normal" y necesario para garantizar la inversión en el sector.
Del mismo modo, Arabia Saudí, el miembro de más peso de la OPEP, ha elevado en 10 dólares su apreciación del nivel de precios que es "cómodo" para los consumidores en 10 dólares, hasta los 90, según dijo el ministro Ali al-Naimi el mes pasado.
Por ello, los expertos no creen que los 12 ministros, que comenzaron a llegar hoy a Quito, toquen el nivel de bombeo en su reunión del sábado en el hotel más lujoso de la ciudad.
"No se avizora ningún recorte de producción o aumento de producción", dijo a Efe Jorge Pareja, ex ministro de Energía de Ecuador.
Hoy el barril de Petróleo Intermedio de Texas para entrega en enero abrió en la bolsa de Nueva York con un avance hasta los 88,70 dólares, tras haber superado el martes la marca de los 90 dólares por primera vez desde 2008, antes de la crisis financiera.
La subida del "oro negro" hacia los tres dígitos actúa como un impuesto sobre los consumidores, cuyo poder adquisitivo cae con cada parada en la gasolinera y encarece la producción en general, en un momento en el que se cierne la amenaza de la crisis de la deuda de Europa sobre la economía mundial.
Aún así, las condiciones en el resto del planeta son mucho más brillantes, especialmente en China, India, Brasil y otros grandes mercados emergentes, que registran crecimiento económico estelar.
Estados Unidos elevó esta semana su previsión de consumo de petróleo y de precios para el año que viene, hasta pronosticar que el barril de Texas se venderá a 86 dólares en media.
El crudo se mantuvo en la franja de 70 a 80 dólares durante más de un año y la reciente subida, inesperada hace tan solo unos tres meses, se debe principalmente a que la demanda se ha incrementado más rápido que lo previsto.
Según el Departamento de Energía de EE.UU., el mundo consumirá el próximo año 87,78 millones de barriles por día, unos 10.000 barriles más que lo pronosticado hace un mes.
Pareja estima, en cambio, que buena parte de la subida del precio es artificial. "Mientras no haya confianza en las acciones en las bolsas, gran parte de la especulación se dirige al petróleo", opinó.
El ex ministro no comparte el pronóstico dominante por ahora en Wall Street de que el barril romperá el tope de 100 dólares, y en su lugar cree que el valor del crudo se mantendrá entre los 80 y 90 dólares, a menos que haya una recuperación económica "milagrosa" en Europa y Estados Unidos.
Para los miembros de la OPEP, que controlan el 40% de la producción mundial, la subida del precio supone obviamente ingresos extra, pero también presenta problemas potenciales, pues su principal preocupación es mantener un valor estable.
No les interesa que una escalada súbita ahogue el crecimiento mundial, como algunos analistas creen que ocurrió en 2008, cuando el barril llegó al máximo de 147 dólares, para caer en picado hasta los 33 dólares unos meses después.
Tampoco quieren que un petróleo muy caro sea un gran estímulo para las energías alternativas, que reducirán la dependencia del mundo de su petróleo.
Los inventarios a nivel mundial son elevados, pero el afianzamiento de la recuperación económica los está vaciando, especialmente en China y Estados Unidos, según cálculos de sus gobiernos.
Además, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha constatado también una bajada de las reservas almacenadas en petroleros en alta mar.
Por ello, aunque no se prevé que los ministros modifiquen el nivel de producción en el encuentro, podrían dar señales de sus intenciones si el barril llega a los 100 dólares. EFE