Fráncfort (Alemania), 22 oct (EFE).- El presidente del Banco
Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, considera necesaria una
regulación y supervisión coordinada internacionalmente de los fondos
de alto riesgo "hedge funds".
Así se desprende en una carta con la opinión legal del BCE
respecto a una propuesta para una directiva del Parlamento Europeo y
del Consejo de la Unión Europea (UE) sobre fondos de inversión libre
("hedge funds"), firmada por Trichet y que el BCE colgó hoy en su
página web.
El BCE insta a la Comisión Europea (CE) a continuar el diálogo
con sus socios internacionales, en particular con EEUU, para
asegurar un marco regulador y supervisor coherente globalmente.
"Es necesaria una respuesta coordinada internacionalmente dada la
naturaleza altamente internacional de la industria y los riesgos
consecuentes de una evasión y arbitraje regulador", según el BCE.
El BCE apoya la intención de proporcionar un marco regulador y de
supervisión armonizado para las actividades de los gestores de
fondos de inversión alternativos en la Unión Europea (UE).
A su vez, el BCE ve un riesgo potencial de arbitraje regulador
entre los gestores de fondos de inversión alternativos, compañías
aseguradoras e institutos de crédito ya que entre ellos la directiva
propuesta no crea un campo de actuación.
El banco europeo da la bienvenida a las provisiones relacionadas
con las obligaciones de los gestores de fondos de inversión
alternativos y los mecanismos para el intercambio de información
entre autoridades supervisoras.
La industria de inversión alternativa incluye los "hedge funds",
pero también los fondos de capital riesgo, capital privado ("private
equity") y los que invierten en el sector inmobiliario, en
infraestructuras y en materias primas.
El texto propuesto por Bruselas a finales de abril es debatido
por los Veintisiete y en el Parlamento Europeo.
Bruselas plantea imponer nuevas exigencias sólo a los fondos cuya
cartera de activos supere los 100 millones de euros (500 millones si
no recurren al endeudamiento).
Para poder operar en la UE, los gestores de esos fondos tendrán
que recibir una autorización del supervisor del Estado miembro donde
estén domiciliados.
Además, deberán ofrecer información detallada sobre su proyecto y
estrategia de inversión, así como sobre la estructura del fondo, la
gestión de riesgos, la valoración de los activos y los mecanismos de
auditoría.
También deberán notificar de manera regular al supervisor los
mercados e instrumentos con los que operen, sus resultados y
concentración de riesgo.
Bruselas deja claro que el acceso a este tipo de fondos debe
seguir limitado a inversores profesionales, dada su complejidad y
los riesgos asociados a la inversión.
En cuanto a los fondos domiciliados fuera de la UE, la idea de la
CE es crear un "pasaporte europeo" para los que cumplan una serie de
requisitos estrictos, también en materia fiscal.
Bruselas propone, no obstante, dar un periodo transitorio
adicional de tres años para la entrada en vigor de esas
disposiciones y que hasta entonces puedan seguir comercializándose
en los países de la UE que ahora lo permiten.
La propuesta de la Comisión fue recibida con críticas por la
industria, que considera que no responde a los problemas detectados
durante la crisis financiera y advierte de que puede ocasionar miles
de despidos.
Algunos fondos de alto riesgo han advertido de que podrían operar
fuera de Europa como resultado del intento de regular el sector en
una base continental.
El Reino Unido también ha mostrado una gran oposición y ha
acusado a la Comisión Europea de proponer propuestas ingenuas.
La Comisión y el Parlamento se reunirán en 2010 para acordar un
texto común, algo que no ocurrirá antes de finales de primavera o
comienzos de verano. EFE