París, 15 oct (EFE).- Francia ha salido de la depresión
económica, aunque corre el riesgo de una recaída, y tiene ante sí el
reto de sostener su crecimiento, pero esto no implicará la subida de
impuestos, según el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
"Ahora hemos salido de la depresión, pero si se cede en el
esfuerzo, la economía corre el riesgo de una recaída y la situación
de las cuentas será peor", advierte el presidente en una entrevista
con el diario "Le Figaro".
"Francia es, de todos los países industrializados, el que menos
ha sufrido por la crisis. Este año tendremos una recesión del orden
del 2%, cuando habíamos previsto un 3%, y los signos de recuperación
son más acentuados que en cualquier otro sitio en Europa", defiende
Sarkozy.
El presidente francés reconoce que, con la crisis económica, su
país ha perdido "57.000 millones de euros en ingresos, lo que
explica el deterioro de las cuentas públicas".
Pero esta situación no hará que el Estado aumente la presión
fiscal: "no me han elegido para subir los impuestos y no los
subiré", sentencia el presidente galo.
Afirma que no tocará la fiscalidad porque afirma creer "en el
principio según el cual no se puede quitar a nadie más de la mitad
de lo que gana".
En relación al comportamiento de la banca, Sarkozy, quien durante
los últimos meses ha criticado públicamente algunos comportamientos
determinados de representantes del sector, considera ahora que "los
bancos han respondido a lo que esperábamos de ellos y se han
convertido en un ejemplo".
"Cierran sus filiales en paraísos fiscales y el dispositivo
aprobado en Francia para regular las bonificaciones de los
operadores se ha aplicado en el resto del mundo durante (la reunión
de) el G-20", afirma Sarkozy.
En relación con las subvenciones públicas destinadas a proteger a
la banca del impacto de la crisis financiera, asegura que a finales
de este mes los organismos financieros habrán devuelto al Estado
13.000 millones de los 20.000 prestados.
"La ayuda que les ha prestado el Estado ha sido rentable para los
contribuyentes", concluye Sarkozy. EFE