Santiago de Chile, 10 dic (EFE).- La economía de América Latina y
el Caribe se contraerá un 1,8 por ciento en 2009 y cerrará así un
ciclo de seis años consecutivos de expansión, pero la región se
recuperará más rápido de lo previsto y crecerá un 4,1 por ciento en
2010, informó hoy la CEPAL.
En su "Balance preliminar de las economías de América Latina y el
Caribe 2009", la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) destacó que la contracción en 2009 será menor al 1,9 por
ciento previsto en julio.
Sin embargo, esa cifra está muy lejos de la expansión del 1,9 que
la CEPAL vaticinó para la región en su informe del año pasado, dado
que "la caída en 2009 fue mucho más fuerte de lo esperado", dijo su
secretaria ejecutiva, la mexicana Alicia Bárcena.
La contracción económica supondrá un retroceso del PIB por
habitante de alrededor del 2,9%, mientras que el desempleo se
situará en el 8,3%, cifra inferior al 9% que se pronosticó a
principios de año.
Las mayores caídas del Producto Interno Bruto (PIB)
corresponderán a México (-6,7%) y a algunos países de Centroamérica
y el Caribe, en especial en Honduras (-3,0%), El Salvador (-2,5%),
Nicaragua (-1,5%), Costa Rica (-1,2%) y Guatemala (-0,1%).
Será precisamente el Caribe la zona que sufrirá la mayor
contracción este año, con un descenso estimado del 2,1 por ciento,
mientras que los nueve países centroamericanos crecerán en conjunto
un 0,3% y los diez Estados sudamericanos lo harán un leve 0,1%.
Dentro de América del Sur, se proyectan tasas positivas en
Bolivia (3,5%), Uruguay (1,2%), Perú (0,8%), Argentina (0,7%),
Brasil (0,3%) y Colombia (0,3%), mientras que en el terreno negativo
se sitúan Chile (-1,8%), Ecuador (-0,4%), Paraguay (-3,5%) y
Venezuela (-2,3%).
La caída del 1,8% del conjunto de la economía latinoamericana en
2009 es inferior a la contracción del 2,2% que vivirá el mundo y al
3,6% que experimentarán los países desarrollados, de acuerdo a los
datos del organismo regional.
Según la CEPAL, la región vivió entre 2002 y 2008 una etapa de
crecimiento que le permitió alcanzar superávit en las cuentas
externas y mejoras sus finanzas públicas, por lo que pudo enfrentar
mejor preparada esta crisis, la más fuerte de los últimos 70 años.
De acuerdo al informe, hay signos que señalan que lo peor de la
crisis habría quedado atrás y que la región comenzará a recuperarse
el próximo año, cuando se estima que su PIB aumentará un 4,1%.
El próximo año la reactivación será más notoria en América del
Sur y Centroamérica (excluido México), que alcanzarán tasas de
crecimiento del 4,7 y del 3,0%, respectivamente, mientras en el
Caribe el repunte será menor, del 1,8%.
Según el reporte, Brasil, con una expansión del 5,5%, encabezará
la lista de países que más crecerán, seguido de Perú y Uruguay,
ambos con un 5,0%, mientras Bolivia, Chile y Panamá lo harán a un
ritmo del 4,5% y México a uno de 3,5%.
Para Argentina y Surinam, se prevé un crecimiento del 4,0%, en
tanto que Costa Rica y República Dominicana se expandirán un 3,5%, y
Colombia lo hará un 2,5%.
En relación al desempleo, el próximo año bajará hasta el 8%,
según la CEPAL, que en esta ocasión no ha hecho una previsión de la
inflación, dado que el aumento de los precios "no es una prioridad
en este momento", argumentó Bárcena.
Entre las señales que auguran un repunte de la economía destacan
la reactivación de la producción industrial y el comercio a nivel
mundial, la recuperación de los precios de las materias primas y la
mejora de las condiciones en los mercados financieros globales.
Además, se observa una mejora en las expectativas y en los
indicadores líderes, y se perciben los efectos de las políticas
públicas, reflejadas en la reducción de las tasas de interés, en el
protagonismo de la banca pública, en el aumento del gasto público y
en los programas sociales.
Por todo ello, la CEPAL considera que los motores del crecimiento
comienzan a volver a encenderse paulatinamente, aunque advierte de
que la recuperación no está exenta de riesgos.
Entre ellos, destacó la situación de algunos países de Europa
Oriental, la restricción crediticia y los temores a que se produzca
un retiro prematuro de los estímulos monetarios y fiscales. EFE
frf/ns/pmc
(con vídeo e infografía)