La calificadora señaló que las mejoras en las posiciones fiscal y externa del país le deberían permitir soportar el impacto de la crisis económica global.
En estos momentos es cuando más queda evidenciado el valor de las políticas macroeconómicas sanas que ha venido llevando adelante el gobierno de Alan García y que evitan que la crisis financiera internacional se transformen en una crisis interna para la economía peruana con las graves consecuencias que ello implica en materia de bienestar social.
Uno de los impactos que más sentirá la economía peruana en esta crisis es el provocado por la fuerte caída del precio de las materias primas. Ello sin embargo no provocará un daño tal en los frentes externo y fiscal como para poner en riesgo la estabilidad económica.
Todavía existen grandes desafíos en la economía peruana. En materia social, la reducción del nivel de pobreza es un tema impostergable. En relación a mejorar la fortaleza económica, los retos pasan por reducir la dolarización de la economía y ampliar la gama de bienes y servicios exportables para reducir su vulnerabilidad.
Fitch confirma que Perú va por el buen camino aunque todavía quede mucho por hacer.