Teresa Bouza
Washington, 16 sep (EFE).- El Banco Mundial (BM) alertó hoy de
que la crisis podría tener "serias repercusiones" para países pobres
como Guatemala y Honduras e instó al G20 a actuar para reducir el
impacto de las actuales turbulencias globales sobre los más débiles.
Robert Zoellick, presidente del BM, subrayó, en ese sentido, que
la reunión de jefes de Estado del Grupo de los Veinte (G20) que tuvo
lugar en Londres en abril pasado fue una cumbre para "el sector
financiero".
"Esta", dijo Zoellick en rueda de prensa telefónica en referencia
al cónclave de Pittsburgh (Pensilvania) que se celebrará la próxima
semana, "debería de ser una cumbre sobre una globalización
responsable".
El directivo del BM hizo alusión a las conclusiones de un informe
del organismo divulgado hoy que dice que, pese a las señales
incipientes de recuperación en la economía global, más de 40 países
pobres todavía sufren las consecuencias de la recesión mundial.
El estudio destaca que la crisis hará que 89 millones de personas
adicionales caigan en la pobreza extrema, lo que implica vivir con
menos de 1,25 dólares diarios, para finales del 2010.
Además, la recesión global ha puesto también en riesgo
inversiones por valor de 11.600 millones de dólares en áreas como
educación, salud, infraestructuras y protección social para los
países más vulnerables, según el BM.
"Puede que los países más pobres no estén bien representados en
el G20, pero no podemos ignorar el costo a largo plazo de la crisis
global en la salud y educación de su gente", dijo Zoellick.
El análisis del Banco Mundial pide la acción coordinada del G20
en áreas como la agricultura, así como el apoyo del grupo a las
pequeñas y medianas empresas.
El informe solicita al G20 (integrado por países desarrollados y
en desarrollo) que respalde la promesa realizada por el G8 durante
su cumbre de julio en Italia de entregar 20.000 millones de dólares
para el desarrollo agrícola.
El Banco Mundial estima necesario que en Pittsburgh se ultimen
los detalles de cómo se alcanzará ese compromiso y cómo se evaluarán
los resultados y la eficacia de la ayuda.
El organismo considera, además, que el G20 debería de respaldar
de forma activa las iniciativas para incrementar la financiación a
las pequeñas y medianas empresas.
El estudio señala que la crisis ha reducido las exportaciones de
los países más pobres, que se espera caigan entre un cinco y un diez
por ciento este año.
Además, se prevé que los flujos privados de capital a esos países
disminuyan hasta los 13.000 millones de dólares este año, frente a
los 21.000 millones de 2008.
A eso hay que sumar los menores flujos de remesas, algo que se
espera tenga "serias repercusiones" en países como Guatemala, donde
el número de pobres podría incrementar en 125.000 y en Honduras,
donde la cifra podría crecer en 68.000.
El Banco Mundial anticipa que los flujos de remesas hacia los
países de ingresos bajos caigan entre un cinco y un siete por ciento
este año y que empiecen a recuperarse ligeramente en el 2010.
Otro de los legados negativos de la crisis para el mundo pobre es
el impacto al turismo, sobre todo en los Estados-isla, que dependen
mucho de las divisas y los puestos de trabajo que generan las
visitas de extranjeros.
El turismo cayó un ocho por ciento a nivel mundial entre enero y
abril de este año, según los datos de la institución financiera.
El G20 está integrado por la Unión Europea, el G7 (EE.UU.,
Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) y Corea del
Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México,
Arabia Saudí, Suráfrica, Turquía y Rusia. EFE