Río de Janeiro, 12 jun (EFE).- El presidente brasileño, Luiz
Inácio Lula da Silva, conmemoró hoy el que la actual situación
financiera le permita a Brasil, un antiguo deudor del Fondo
Monetario Internacional (FMI), prestarle ahora 10.000 millones de
dólares al organismo multilateral.
"Estoy feliz porque cuando entré en el Gobierno (en 2003) cargaba
un letrero que decía 'Fuera FMI'. Entonces le debíamos 16.000
millones de dólares al FMI. Los llamamos y les devolvimos esos
16.000 millones de dólares y esta semana les prestamos 10.000
millones de dólares", dijo Lula en un pronunciamiento durante un
acto público en el estado de Sergipe.
Lula se refirió al anuncio hecho el miércoles por el ministro de
Hacienda, Guido Mantega, en el sentido de que Brasil adquirirá
10.000 millones de dólares de bonos expedidos por el FMI como forma
de ayudar a financiar el organismo multilateral.
El ministro aclaró que, aunque el dinero será ofrecido como un
préstamo al FMI y el organismo podrán prestarlo a otros países que
los necesiten, los recursos seguirán siendo contabilizados como
parte de las reservas internacionales brasileñas.
La operación convierte a Brasil en uno de los 47 países que son
acreedores del FMI, es decir que financian las operaciones del
organismo multilateral.
"Es otra demostración de que este país nunca volverá a ser lo que
era", dijo Lula al referirse a los logros de su Gobierno.
"Superamos la fase en que Brasil se vendía como ciudadano de
segunda clase. Cuando el país iba a Europa y a Estados Unidos y era
visto como de segunda clase", agregó el gobernante.
Pese a la actual coyuntura mundial adversa, Brasil ha conseguido
mantener sus reservas internacionales en los cerca de 200.000
millones de dólares en que estaban antes del agravamiento de la
crisis económica global.
Brasil estuvo durante décadas entre los deudores del FMI, pero
saldó todas sus cuentas con la institución hace dos años y desde
entonces no ha recibido un solo préstamo del organismo. EFE