Buenas noticias, pero no para todos

Rosa López

Madrid, 27 jun (EFE).- Buenas noticias para Estados Unidos, China y Brasil, ya que las últimas previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indican que para sus economías ya ve el final del túnel de la crisis.

La caída de la actividad económica mundial ha tocado fondo, aunque la recuperación será lenta, dice el informe semestral de Perspectivas publicado esta semana por la OCDE, que se abre con un título interrogativo: "¿El final del túnel?".

El informe augura una reacción más rápida en EEUU -la caída de su Producto Interior Bruto (PIB) sería en 2009 del 2,8%, antes de subir el 0,9% en 2010- y en algunas de las grandes economías emergentes, y más dificultades para Japón y los países europeos.

También se recupera China, cuyo PIB progresará el 7,7% este año, y el 9,3%, el próximo, y Brasil, aunque eso no evitará un descenso del 0,8% en 2009 antes de avanzar el 4% en 2010.

Sombrío panorama dibuja la OCDE para España, ya que según el informe, la economía se contraerá el 4,2% este año y el 0,9% en 2010, y el paro llegará al 20% a finales de ese ejercicio.

Al paso salió la ministra española de Economía y Hacienda, Elena Salgado, quien afirmó que el Gobierno mantiene sus previsiones de una caída del PIB del 3,6% en 2009 y del 0,3% en 2010, y añadió que las de la OCDE, que son más negativas, no tienen en cuenta elementos "más positivos" sobre las exportaciones, el empleo y el consumo.

Pero hablando de datos y no de pronósticos, el PIB de EEUU se contrajo el 5,5% en tasa anualizada durante el primer trimestre de este año, y Japón continúa en deflación, ya que su Índice de Precios al Consumo (IPC) registró en mayo una caída récord del 1,1%.

En España, destacó la aprobación por el Gobierno, el viernes, del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), destinado a "crear confianza en el sistema financiero".

Días antes en Madrid, el lunes, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, instaba al Gobierno a que actuara "con la mayor rapidez" posible para poner en marcha el anunciado fondo de reestructuración y subrayaba que "gran parte de la recuperación depende de que bancos y cajas vuelvan a prestar".

Y para desatascar el crédito, el BCE decidía el miércoles prestar a la banca de la zona del euro 442.240 millones de euros durante un año y a un tipo de interés fijo del 1%, la cantidad máxima que la entidad ha adjudicado en una subasta.

El próximo jueves, el BCE celebra su reunión mensual sobre política monetaria y la previsión es que mantenga los tipos en el 1%, igual que hizo esta semana la Reserva Federal (fed) de EEUU, que dejó el precio del dinero entre el 0 y el 0,25%, pese a apreciar un menor ritmo de contracción de la economía y una inflación contenida.

El mercado internacional de petróleo vivió una semana de gran volatilidad e indecisión de precios, primero presionados por las dudas sobre la recuperación de la economía mundial y luego impulsados por la creciente inestabilidad en Nigeria e Irán.

El Petróleo Intermedio de Texas (WTI) cerró la semana a 69,16 dólares por barril; el Brent, a 68,92 dólares por barril, y el de la llamada "cesta OPEP" se mantuvo entre los 67,41 dólares del lunes y los 68,65 dólares del jueves, último día de cotización.

Animadas por la inyección de liquidez en el sistema del BCE, las bolsas europeas vivieron el miércoles la mejor sesión de los últimos siete días y repuntaron con fuerza, aunque, con excepción de la de Madrid, en el conjunto de la semana registraron pérdidas.

Cayeron París, un 2,84 por ciento; Milán, un 2,67 por ciento; Londres, un 2,41 por ciento, y Fráncfort, un 1,24 por ciento, mientras que Madrid subió el 1,11 por ciento.

Las principales bolsas asiáticas cerraron con ganancias por las perspectivas de recuperación, aunque los incrementos se situaron en torno al 1%; los mercados latinoamericanos finalizaron con un repunte inferior al 1,5%, salvo Santiago, y el Dow Jones de la Bolsa de Nueva York acabó con unas pérdidas del 1,19%.

La próxima semana estará marcada por los datos sobre el desempleo y la confianza de los consumidores en EEUU, ambos de junio; las cifras de paro y el índice adelantado de precios de consumo en España, y la reunión sobre política monetaria del BCE. EFE