México, 22 oct (EFE).- El ministro de Hacienda de México, Agustín
Carstens, afirmó hoy que la Ley de Ingresos aprobada ayer por los
diputados, que forma parte del presupuesto para 2010, es un "avance
significativo" y permite encarar la dependencia del petróleo y la
debilidad de la recaudación tributaria.
"Lo aprobado por la Cámara de Diputados ayuda a enfrentar el
doble desafío de, primero, reducir la elevada dependencia de las
finanzas públicas respecto del petróleo, y segundo, fortalecer
nuestra estructura tributaria", indicó el ministro en una rueda de
prensa.
Los ajustes que aplicaron los diputados a la propuesta de Ley de
Ingresos, al Código fiscal y a otras leyes tributarias, fueron
hechos con "un profundo espíritu de responsabilidad" que se reflejó
en los resultados alcanzados, que "preservan lo esencial: la
solvencia de las finanzas públicas del país", consideró.
Según el funcionario, la solvencia de las finanzas públicas no es
un fin en sí mismo, sino un requisito indispensable para lograr el
crecimiento económico, la generación de empleos y la superación de
la pobreza.
La Cámara de Diputados aprobó la madrugada del miércoles, con
varios ajustes, el proyecto de Ley de Ingresos enviado por el
Ejecutivo, que implica aumentos a varios impuestos en productos y
servicios, con excepción de alimentos y medicinas.
La ley, enviada al Senado para su ratificación o revisión,
incluye subidas de un punto porcentual al IVA y de dos al Impuesto
Sobre la Renta (ISR), así como alzas a las telecomunicaciones,
alcohol, tabaco, juegos y sorteos.
El objetivo es cubrir una parte de un agujero fiscal de 300.000
millones de pesos (unos 23.075 millones de dólares) debido a la
caída de la recaudación por la menor actividad económica y el
desplome de los precios del petróleo, del que México obtiene el 30
por ciento de sus ingresos públicos.
Carstens indicó que la nueva ley representa un ingreso tributario
adicional de 136.000 millones de pesos (unos 10.540 millones de
dólares).
El ingreso se complementarán con un aumento proyectado del precio
del petróleo y un endeudamiento por 30.000 millones de pesos (unos
2.325 millones de dólares), déficit "que no pone en riesgo la
estabilidad".
El secretario de Hacienda elogió el esfuerzo de los legisladores
y su voluntad de alcanzar acuerdos sobre las necesidades financieras
del país.
Recordó que la caída de la recaudación fue causada por el
desplome de la economía por la crisis global, a la que se sumaron la
caída de la producción petrolera de México en casi 800.000 barriles
diarios desde 2005, además de la debilidad de la estructura
tributaria que "es una de las más bajas del mundo".
"Si no logramos elevar la recaudación en México pondremos en
serio riesgo la estabilidad macroeconómica del país", advirtió, al
remarcar que la inestabilidad impide el crecimiento, dispara la
inflación, eleva las tasas de interés, ahuyenta inversiones y
elimina empleos. EFE