París, 16 sep (EFE).- España debe "reequilibrar" las garantías de
seguridad que se ofrece a los trabajadores fijos y temporales para
"reducir la dualidad" entre unos y otros contratos laborales, según
la OCDE, que apuesta por un nuevo modelo que combine flexibilidad y
seguridad.
Esta recomendación se formalizó en la presentación hoy del
informe anual "Perspectivas del Empleo", en el que la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destacó que en
España de los 2,3 millones de personas que han perdido su empleo
desde el inicio de la crisis en 2007, el 90% eran trabajadores
temporales.
Es el mayor porcentaje de los 30 miembros de la organización,
destacó el responsable del informe, John Martin, que en conferencia
de prensa recordó igualmente que España es también el país con mayor
tasa de temporalidad en su mercado de trabajo.
Preguntado sobre la reforma laboral que la OCDE propugna para
España, Martin insistió en "la necesidad de reducir la dualidad del
mercado de trabajo", lo que pasa en primer lugar por "reequilibrar
la diferencia" en el nivel de seguridad entre fijos y temporales.
El segundo punto consiste en reforzar las políticas activas del
mercado de trabajo, con una mejora de su eficacia, teniendo en
cuenta que el pasado año -como consecuencia del incremento masivo
del desempleo- el gasto por desempleado bajó al menos un 40%.
Por último, indicó que hay que controlar el nivel de protección
de los parados, para combatir los "agujeros".
El responsable del departamento de Empleo, Trabajo y Asuntos
Sociales de la OCDE, tras constatar que el Gobierno español quiere
que cualquier reforma sea resultado del diálogo entre los
interlocutores sociales, insistió en que "cuando España salga de la
crisis, la cuestión volverá al centro del debate".
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, matizó la
conveniencia de adoptar un modelo de "flex-seguridad" idéntico al
danés, poniendo el acento en que ese ejemplo tiene unas
particularidades que no se pueden imponer a otro país como España.
"El caso de España es particular", comentó Gurría, que lo vinculó
entre otras cosas a "un cierto nivel de informalidad" del mercado de
trabajo, a "un mercado de trabajo muy rígido" y a un modelo de
producción que estaba muy centrado en la construcción, las
infraestructuras y el turismo.
"España está cambiando y debe cambiar" hacia "una mayor
diversificación" de su modelo productivo.
España es, con diferencia, el país con mayor nivel de paro de la
OCDE (un 18,1% en junio pasado frente a una media del 8,3%).
Su tasa de paro, según los autores del informe, subirá hasta el
19,8% a finales de 2010, comparada con una media del 9,9%. EFE