Roma, 6 oct (EFE).- La Organización de Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO) advierte de que un total de 22
países se encuentran en una coyuntura de crisis prolongada,
caracterizada por una situación de hambre crónica y una extrema
incidencia del hambre en sus territorios.
La advertencia fue lanzada hoy en Roma a raíz de la publicación
del informe "Estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2010",
que realizan anualmente de forma conjunta la FAO y el Programa
Mundial de los Alimentos (PMA), que proponen un replanteamiento en
la forma en que se presta ayuda a dichas naciones.
Ambos organismos han elaborado por primer vez la definición de
crisis prolongada, con el objetivo de ayudar a mejorar las
intervenciones de ayuda, informa la FAO en un comunicado.
Así, han establecido que atraviesan una crisis prolongada
aquellos países que han sufrido una crisis alimentaria durante ocho
o más años entre 2001 y 2010, reciben más del 10 por ciento de la
ayuda extranjera en forma de asistencia humanitaria y se encuentran
en el elenco de países de bajos ingresos y déficit de alimentos.
"Las crisis prolongadas requieren asistencia especialmente
diseñada y adaptada a ellas", indican el director general de la FAO,
Jaques Diouf, y la directora ejecutiva del PMA, Josette Sheeran.
Y añaden que en estos casos "se necesita asistencia urgente para
proteger los medios de subsistencia al igual que las vidas de las
personas, ayudando a devolver al país a un camino constructivo hacia
la recuperación".
Según el informe, más de 166 millones de personas desnutridas
viven en los países que acusan una situación de crisis prolongada,
es decir más de un tercio del total, excluyendo a China e India del
cálculo.
La FAO y el PMA piden que la ayuda oficial a estos países se
oriente hacia soluciones a largo plazo "con el objetivo de lograr
mejoras sostenidas en la capacidad productiva de los países
vulnerables y fortalecer su capacidad de resistencia ante los
impactos, al tiempo que siguen realizando actividades para salvar
vidas".
Asimismo, ambas agencias de la ONU hacen hincapié en que casi dos
tercios de los países que atraviesan una crisis prolongada reciben
menos ayuda al desarrollo por cabeza con respecto a la media para
los para los países menos desarrollados.
Destacan también que en estos países la agricultura recibe tan
sólo entre el tres y el cuatro por ciento de los fondos para la
asistencia humanitaria y el desarrollo, mientras éste es un sector
que supone cerca de un tercio de su Producto Interior Bruto (PIB) y
es la principal fuente de alimentos para la mayoría de su población.
Los datos de hoy se suman a los facilitados por la FAO el pasado
14 de septiembre, cuando anunció que se estima que el número de
hambrientos en el mundo se reducirá en 2010 hasta los 925 millones,
después de que el pasado año se llegara a los 1.023 millones.
Un dato que la FAO y el PMA consideran "inaceptable", pese a la
mejoría que supone. EFE