Varsovia, 6 nov (EFE).- El primer ministro polaco, Donald Tusk,
lamentó hoy que el gasoducto que conectará Rusia y Alemania por el
fondo del mar Báltico deja fuera a Polonia y a otros países de la
región del tránsito de combustible, y aseguró que el proyecto
contará con la oposición de una parte de los socios de la UE.
Tusk adelantó que su equipo analizará detalladamente todas las
consecuencias que el gasoducto tendrá para Polonia, y adelantó una
"acción efectiva" y no meras "disputas estériles".
Suecia y Finlandia autorizaron ayer el paso por sus respectivas
zonas económicas en aguas internacionales del Mar Báltico del
Gasoducto de Europa del Norte (NEGP), el proyecto del consorcio
ruso-germano Nord Stream para llevar gas de Rusia a Alemania sin
atravesar el territorio de los habituales países de tránsito.
Para el jefe de la cancillería presidencial, Wladyslaw Stasiak,
este acuerdo augura tiempos difíciles para Polonia, ya que "Europa
Central será omitida del sistema de transporte de gas más importante
del continente".
Dinamarca fue el primer país en aprobar el paso por sus aguas del
gasoducto de cerca de 1.200 kilómetros, que unirá el Báltico ruso
con la ciudad alemana de Greifswald para transportar 55 millones de
metros cúbicos de gas anuales. EFE