China posee la mayor reserva de divisas mundial, unos US$ 1,95 billones.
En septiembre pasado, pasó a ser el principal acreedor estadounidense, superando a Japón.
Pero esto se está revirtiendo.
En enero de 2009, la compra de títulos de deuda estadounidense por parte de China fue la menor desde junio de 2008. China está intentando desarmar posiciones de deuda pública estadounidense. La tenencia de Treasuries por parte de China era en noviembre de 2008 de US$ 713.200 millones, en diciembre del mismo año de US$ 727.400 millones y en enero de 2009 de US$ 739.600 millones. Adquirió en diciembre US$ 14.200 millones, y en diciembre US$ 12.200 millones.
El superávit comercial chino cayó fuertemente en febrero, hasta US$ 4.800 millones, una baja del 87,6% en variación interanual. “El superávit comercial chino descenderá hasta los 155.000 millones de dólares” este año, lo que representa la mitad del año pasado, según Sun Mingchun, de Nomura International.
Es que la principal preocupación de China hoy, es el fortalecimiento de su demanda interna, frente a la fuerte caída en la actividad mundial que debilitará el significativo mejoramiento de los estándares de vida de sus habitantes (comparado a años atrás), que había aportado mayores beneficios para los asalariados y mejores condiciones de trabajo, así como incrementos salariales. China no está dispuesta bajo ningún punto de vista que estas condiciones empeoren porque su esquema político no puede verse afectado. Así, China está saliendo al rescate de sus ciudadanos a través de masivos paquetes de estímulo económico.
Es que China pretende mantener las ventajas del capitalismo sin perder el monopolio de poder detentado por el partido comunista.
China ya impuso un paquete de estímulo financiero por US$ 585.500 millones por dos años, que incluyó una fuerte inversión por parte del gobierno, reforma impositiva y de servicios sociales, además de promoción de empleo.
También recortará impuestos por US$ 85.000 millones, y ha aumentado la pensión de los jubilados, los salarios de 12 millones de maestros, así como el ingreso de los agricultores a quienes dio mayores subsidios. Se crearon nuevos proyectos como otorgación de viviendas a los más necesitados.
El Primer Ministro chino, Wen Jiabao, lo advirtió sutilmente: dijo que China estaba muy preocupada por el destino finnciero de Estados Unidos y pedía que le cuidara los ahorros. Los economitas chinos están buscando que el gobierno busque otras inversiones.
“Le hemos prestado enormes cantidades de dinero a Estados Unidos. Por supuesto que estamos preocupados acerca de la seguridad de nuestros activos”, dijo Jiabao. “Para ser honestos, estoy un poco preocupado y me gustaría… pedirle a los Estados Unidos que honre su palabra y permanezca una nación confiable y que garantice la seguridad de los activos chinos.”
El presidente Obama le respondió diciendo que la deuda está absolutamente garantizada.
“Las compras del Tesoro de EEUU van a reducirse, debido a la caída del superávit comercial”, dijo el economista jefe del Banco de las Comunicaciones de China, Erh-Cheng Hwa, a China Daily.
Para cualquier emisor de deuda o particular apretado por necesidad de fondos, el corte de financiación es letal. Y es lo que le está pasando a Estados Unidos, en momentos en que precisa de una financiación sin precedentes por su fuerte endeudamiento y por su creciente gasto público.
Obama necesita hacerse de unos US$ 2,5 billones en 2009 para enfrentar los planes de rescate.
Atentos a esta tendencia de desarme china, porque… el dólar está en juego.
En septiembre pasado, pasó a ser el principal acreedor estadounidense, superando a Japón.
Pero esto se está revirtiendo.
En enero de 2009, la compra de títulos de deuda estadounidense por parte de China fue la menor desde junio de 2008. China está intentando desarmar posiciones de deuda pública estadounidense. La tenencia de Treasuries por parte de China era en noviembre de 2008 de US$ 713.200 millones, en diciembre del mismo año de US$ 727.400 millones y en enero de 2009 de US$ 739.600 millones. Adquirió en diciembre US$ 14.200 millones, y en diciembre US$ 12.200 millones.
El superávit comercial chino cayó fuertemente en febrero, hasta US$ 4.800 millones, una baja del 87,6% en variación interanual. “El superávit comercial chino descenderá hasta los 155.000 millones de dólares” este año, lo que representa la mitad del año pasado, según Sun Mingchun, de Nomura International.
Es que la principal preocupación de China hoy, es el fortalecimiento de su demanda interna, frente a la fuerte caída en la actividad mundial que debilitará el significativo mejoramiento de los estándares de vida de sus habitantes (comparado a años atrás), que había aportado mayores beneficios para los asalariados y mejores condiciones de trabajo, así como incrementos salariales. China no está dispuesta bajo ningún punto de vista que estas condiciones empeoren porque su esquema político no puede verse afectado. Así, China está saliendo al rescate de sus ciudadanos a través de masivos paquetes de estímulo económico.
Es que China pretende mantener las ventajas del capitalismo sin perder el monopolio de poder detentado por el partido comunista.
China ya impuso un paquete de estímulo financiero por US$ 585.500 millones por dos años, que incluyó una fuerte inversión por parte del gobierno, reforma impositiva y de servicios sociales, además de promoción de empleo.
También recortará impuestos por US$ 85.000 millones, y ha aumentado la pensión de los jubilados, los salarios de 12 millones de maestros, así como el ingreso de los agricultores a quienes dio mayores subsidios. Se crearon nuevos proyectos como otorgación de viviendas a los más necesitados.
El Primer Ministro chino, Wen Jiabao, lo advirtió sutilmente: dijo que China estaba muy preocupada por el destino finnciero de Estados Unidos y pedía que le cuidara los ahorros. Los economitas chinos están buscando que el gobierno busque otras inversiones.
“Le hemos prestado enormes cantidades de dinero a Estados Unidos. Por supuesto que estamos preocupados acerca de la seguridad de nuestros activos”, dijo Jiabao. “Para ser honestos, estoy un poco preocupado y me gustaría… pedirle a los Estados Unidos que honre su palabra y permanezca una nación confiable y que garantice la seguridad de los activos chinos.”
El presidente Obama le respondió diciendo que la deuda está absolutamente garantizada.
“Las compras del Tesoro de EEUU van a reducirse, debido a la caída del superávit comercial”, dijo el economista jefe del Banco de las Comunicaciones de China, Erh-Cheng Hwa, a China Daily.
Para cualquier emisor de deuda o particular apretado por necesidad de fondos, el corte de financiación es letal. Y es lo que le está pasando a Estados Unidos, en momentos en que precisa de una financiación sin precedentes por su fuerte endeudamiento y por su creciente gasto público.
Obama necesita hacerse de unos US$ 2,5 billones en 2009 para enfrentar los planes de rescate.
Atentos a esta tendencia de desarme china, porque… el dólar está en juego.