Quito, 8 sep (EFE).- El fiscal general de Ecuador, Washington
Pesántez, solicitó hoy al procurador del Estado, Diego García, que
emprenda acciones ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos
por las supuestas violaciones a la Ley Federal cometidas por la
petrolera Chevron-Texaco.
La solicitud del fiscal se enmarca en el multimillonario proceso
que la compañía estadounidense afronta en una corte de Ecuador, por
el supuesto daño ambiental causado en la Amazonía ecuatoriana,
durante el periodo en que operó en el país, entre 1972 y 1990.
Pesántez pidió al procurador García, que es el abogado del
Estado, emprender las gestiones pertinentes "ante la posible
violación de la Ley Federal contra prácticas de acciones corruptas"
que rige en ese país desde 1977.
El fiscal ecuatoriano, en un comunicado, recordó que la Ley
Federal "castiga a cualquier ciudadano estadounidense o a cualquier
corporación norteamericana que caiga en prácticas corruptas en el
extranjero", causa en la que habría incurrido Chevron.
Pesántez se refirió a la denuncia que presentó la defensa de
Chevron ante las autoridades judiciales ecuatorianas, en la que
acusó al juez Juan Núñez, que llevaba el proceso ambiental en su
contra, de haber incurrido en un delito de supuesto soborno.
En esa denuncia, Chevron presentó unos vídeos, obtenidos de forma
subrepticia, en la que, según sus abogados, Núñez conversa con
ciertas personas sobre el reparto de tres millones de dólares para
que emita un fallo de condena contra la petrolera.
En ese vídeo, según Chevron, el soborno involucraba a personas
afines al Gobierno ecuatoriano, pero también a un sujeto
identificado como Diego Borja y otro, el estadounidense Jaime
Hansen.
En el escrito, Pesántez recuerda que Thomas F. Cullen, abogado
del estudio jurídico que representa a Chevron, ha aceptado que
fueron Diego Fernando Borja Sánchez, un contratista ecuatoriano que
trabajó para esa petrolera, y Hansen, quienes grabaron el vídeo.
Además, precisa que el vídeo muestra las supuestas reuniones
mantenidas entre directivos de empresas contratistas de saneamiento
ambiental y el juez Núñez, en las que se habría producido el
presunto intento de soborno.
No obstante, el fiscal ecuatoriano sostiene en el escrito que
ello también pondría en evidencia que Chevron "estaría involucrada
en actos penados por el ordenamiento legal de los Estados Unidos".
Asimismo, sostiene que en una información publicada por un
periódico ecuatoriano, la petrolera estadounidense ha admitido que
no ha dejado a la prensa entrevistar a Borja, a quien trasladó de
Ecuador a EE.UU. antes de hacer públicas sus acusaciones y al que ha
proporcionado "respaldo económico".
Con esos antecedentes, Pesántez consideró que corresponde a la
Procuraduría General del Estado "emprender gestiones ante el
Departamento de Justicia de los Estados Unidos e impulsar las
acciones legales que ameriten", para esclarecer la actuación de la
petrolera.
El fiscal ecuatoriano también ha iniciado una investigación sobre
la denuncia de Chevron, aunque ha opinado que, a su juicio, la
petrolera intenta retrasar el proceso ambiental que se sigue en su
contra en Ecuador, ante la posibilidad de un fallo desfavorable.
Los demandantes ecuatorianos, representados por el Frente de
Defensa de la Amazonía, han solicitado el pago de 27.000 millones de
dólares a Chevron-Texaco por los daños que, dicen, causó la muerte
por cáncer a más de 1.400 personas y el desplazamiento forzoso de
pueblos indígenas.
El juez Núñez, que llevaba la causa, negó las inculpaciones
presentadas por Chevron pero, al mismo tiempo, se excusó de seguir
con el proceso, a pedido del fiscal Pesántez. EFE