Nueva York, 12 nov (EFE).- La agencia de calificación de riesgo
Standard & Poor's (S&P) ratificó hoy la valoración que confiere a la
deuda de Guatemala, gracias a su precavida política fiscal y su bajo
nivel de deuda.
Así, S&P confirmó la calificación de "BB" para la deuda en moneda
extranjera a largo plazo del país, lo que significa que la mantiene
en la categoría de inversión de riesgo o especulativa, pero en el
rango más cercano a las inversiones estables.
Así mismo, mantuvo su calificación de "B" a la deuda a corto
plazo, lo que pone de manifiesto su elevado nivel especulativo.
En ambos casos, S&P apuntó que su perspectiva para estas
calificaciones es "estable", ya que por una parte reconoce "los
riesgos asociados a una Administración debilitada políticamente en
medio de una reducida actividad económica y de altas necesidades de
gasto" y por otro "los beneficios de sus reducidos niveles de
deuda".
"Las calificaciones se apoyan en el sólido historial de Guatemala
de políticas fiscales prudentes que sostienen sus bajos niveles de
deuda en relación con sus (países) semejantes", explicó el analista
de S&P Roberto Sifón Arévalo a través de un comunicado.
En cualquier caso, añadió que en 2009 la agencia de calificación
espera que el déficit público del país aumente a cerca del 3,5% del
Producto Interior Bruto (PIB), debido al impacto de la crisis
financiera internacional, especialmente en lo relativo a las remesas
que envían los trabajadores guatemaltecos desde Estados Unidos.
La agencia también prevé que el crecimiento económico se
ralentice hasta cerca del 0,5% en 2009, frente al 4% de 2008, lo
que, pese a suponer un importante descenso, situaría a Guatemala
entre los pocos países de América Latina donde la economía
registrará una variación positiva durante este año.
A ello hay que sumar que la deuda pública neta se situará este
año en torno al 12,4% del PIB, según S&P, de forma que Guatemala
sigue muy por debajo de la media de los países calificados también
con "BB", donde el peso de la deuda ronda el 31%.
Además, el flujo de remesas de trabajadores en el exterior caerá
este año cerca de un 10% respecto a 2008, pero aún así seguirá
suponiendo en torno al 12,2% del PIB, de acuerdo con los cálculos de
la agencia de calificación.
"Estos fondos son uno de los principales motores del crecimiento
económico" de Guatemala, recordó S&P, que considera que a medida que
se recupere la economía estadounidense el flujo de remesas crecerá
ligeramente durante el año que viene.
Ese factor, junto a los proyectos de infraestructuras planeados
por el Gobierno, reforzará la actividad económica en 2010 y elevará
la tasa de crecimiento hasta el 1,5%, según las previsiones de la
agencia con sede en Nueva York.
Por el contrario, S&P cree que la estrecha base impositiva y su
creciente déficit por cuenta corriente "siguen limitando la
flexibilidad fiscal de Guatemala y su solvencia a medio plazo".
En su comunicado, la agencia recuerda que "la Administración del
presidente Álvaro Colom, que se ha debilitado a raíz de una serie de
escándalos políticos, no ha sido capaz de que el Congreso apoye su
propuesta de reforma fiscal".
"Creemos que las posibilidades de que la reforma se apruebe en
2010 también son bajas dada la proximidad de las elecciones
presidenciales de 2011", explicó la agencia para justificar su
opinión de que los desequilibrios fiscales se mantendrán a medio
plazo. EFE