Quito, 6 jun (EFE).- El canciller ecuatoriano, Fander Falconí,
aseguró que el ingreso de su país en la Alternativa Bolivariana para
las Américas (ALBA) constituirá un impulso para la integración
regional, en momentos en que el cambio de época se acentúa en los
países latinoamericanos.
La ALBA se está constituyendo en un esquema de integración "que
busca potenciar las ventajas comparativas de sus países miembros y,
de esa manera, compensar las asimetrías existentes en la región",
indicó Falconí, según un comunicado de prensa de la cancillería
difundido hoy.
Ecuador, que ha permanecido como país observador, anunció su
adhesión plena a ese organismo, que se concretará el próximo 24 de
junio, durante una cumbre presidencial extraordinaria que se
celebrará en Venezuela, según lo ha indicado el presidente de ese
país, Hugo Chávez.
El canciller dijo que la integración de Ecuador en la ALBA
"representa un avance hacia la consolidación y el respeto en las
relaciones internacionales de la región, basadas en la solidaridad,
la complementariedad, la paz".
En ese sentido, destacó que la "intensificación del diálogo
político con este bloque de países se expresó, por ejemplo, en el
papel que jugó, junto a Ecuador, en la derogatoria a la exclusión de
Cuba del Sistema Interamericano de Naciones", en la última Asamblea
de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Además, Falconí expresó que el ingreso de Ecuador implica "otras
ventajas" para ambas partes, sobre todo en el área agrícola, donde
su país posee grandes recursos, así como por el proyecto de crear
"una nueva matriz energética latinoamericana".
"Existen proyectos y nuevas opciones de complementariedad con la
ALBA en materia energética, comercial, financiera, de cooperación
para la educación, la salud, la tecnología, dando prioridad a la
relación entre los países basados en la igualdad y en el bien común,
así como en alianzas estratégicas y consensos", destacó Falconí.
Asimismo, recordó que en el campo financiero, Ecuador planteó la
iniciativa de una "nueva arquitectura" en ese campo, que "derivó en
la adopción del Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE)", por
parte de la ALBA.
Este sistema de pagos, dijo el canciller, agilizará las
transacciones comerciales al permitir el pago de saldos entre
exportaciones e importaciones entre los países miembros.
Además, señaló que los países que conforman la ALBA tienen
potenciales riquezas naturales, minerales y energéticas, que podrían
apoyar al desarrollo de los Estados miembros.
Falconí recordó que, en el marco de ese organismo, "se están
implementando centros de estudio e investigación científica y
tecnológica de excelencia, lo cual permite acceder a programas de
alfabetización, intercambio académico y cultural, a nivel regional".
"Los ejemplos son múltiples, pero las posibilidades de
integración en temas concretos se siguen ampliando", comentó.
La ALBA está integrada por Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua,
Dominica, Honduras y, hasta ahora, tiene como países observadores a
Ecuador, Paraguay y San Vicente y Las Granadinas. EFE