Londres, 11 ago (EFE).- La Oficina de Fraude del Reino Unido (SFO
por sus siglas en inglés) no abrirá una investigación penal en
relación con la quiebra de la compañía automovilística MG Rover en
el año 2005, que dejó sin empleo a 6.500 trabajadores.
Así lo informó hoy la SFO, un mes después de que el ministro de
Empresas, Peter Mandelson, pidiera a esta Oficina que considerara si
debía abrirse una investigación para depurar la eventual
responsabilidad penal de la dirección ejecutiva de la firma.
La solicitud al SFO se presentó después de que el Gobierno
británico investigase la caída de la compañía durante cuatro años,
unas pesquisas cuyas conclusiones oficiales se darán a conocer el
próximo 11 de septiembre, confirmó hoy Mandelson.
Los cuatro máximos responsables de MG Rover, conocidos como los
"Phoenix Four", siempre han negado haber cometido irregularidades
desde que compraron la empresa a BMW en 2000 por el precio simbólico
de 10 libras (11,6 euros o 16,4 dólares al cambio actual).
John Towers, Peter Beale, John Edwards y Nick Stephenson fueron
acusados de la mala gestión que derivó en la quiebra de la empresa y
criticados por salir con indemnizaciones por valor de 40 millones de
libras (46,5 millones de euros o 65,8 millones de dólares).
Un portavoz de los ejecutivos citado por la BBC manifestó que
nunca hubo base para una investigación penal ni indicios de fraude.
"La decisión de remitir este asunto a la SFO fue la última de una
larga serie de giros absurdos y absolutamente innecesarios en la
historia de MG Rover", declaró el portavoz.
Los "Phoenix Four", que también recibieron de BMW un préstamo sin
intereses por valor de 427 millones de libras (496 millones de euros
o 703 de dólares) cuando se hicieron con el control de la firma,
fueron incapaces de evitar el colapso de MG Rover.
Cuando la planta de MG en Birmingham se fue a pique, el Gobierno
británico anunció un paquete de 150 millones de libras (unos 175
millones de euros) para ayudar a las personas que perdían sus
empleos y a los 12.500 afectados de las firmas filiales.
MG Rover quedó en suspensión de pagos en abril del 2005, con
deudas de más de 1.170 millones de euros.
Sus activos fueron vendidos en el 2006 a Nanjing Automobile de
China, que impulsó otra vez los modelos deportivos de MG. EFE