Por Nick Olivari
NUEVA YORK, mayo 1 (Reuters) - El dólar ascendía el viernes al máximo en dos semanas contra el yen, pero caía contra el euro y frente a las divisas consideradas de alto riesgo a medida que los inversores apostaban a que lo peor de la recesión global ya habría pasado.
El apetito por el riesgo ha sido apuntalado en todo el mundo por los recientes datos económicos y por una nota de optimismo que expresó esta semana la Reserva Federal de Estados Unidos en su comunicado de política monetaria.
Las monedas de mayor riesgo, como el dólar de Australia, se beneficiaban fuertemente. La percecpión también era favorecida por una apertura al alza de Wall Street.
No obstante, el volumen de negocios era reducido porque los mercados europeos estaban cerrados debido al feriado del 1 de mayo.
"Como se recuperan las acciones globales y se conocen indicadores económicos más optimistas, crecerá el número de personas que busquen adelantarse al resto entrando a las acciones, y mientras eso pase, saldrán de lo activos de riesgo bajo", dijo Sacha Tihanyi, estratega de cambios de Scotia Capital en Toronto.
En las primeras operaciones de Nueva York, el dólar subía un
0,8 por ciento a 99,33 yenes
El euro avanzaba un 0,5 por ciento contra el dólar a 1,3294
unidades de Estados Unidos
Los inversores fueron alentados por los datos que mostraron que el sector manufacturero chino cobró aún más impulso en abril, lo que se sumó a un sondeo manufacturero de Gran Bretaña mejor de lo esperado.
Los mercados estaban a la expectativa del reporte manufacturero del Instituto de Gerencia y Abastecimiento de Estados Unidos (ISM por sus siglas en inglés), que saldrá a las 1400 GMT.
Se prevé que el ISM muestre una mejora tras unos reportes económicos que reflejaron que la actividad de negocios en la región central de Estados Unidos se contrajo a una tasa mucho menos dramática en abril.
Por el momento, el mercado optaba por ignorar las noticias que podrían perjudicar al apetito por el riesgo, aunque los inversionistas continuaban cautelosos.
Si bien los inversores consideraron la presentación de bancarrota de la automotriz estadounidense Chrysler como algo positivo para la toma de riesgos porque eliminó un factor de incertidumbre, al mismo tiempo ese hecho intensificó los temores sobre el destino de otras firmas del sector.
Aparte, la semana próxima se divulgan las "pruebas de tensión" de los bancos estadounidenses y eso es otro factor de incertidumbre.
(reporte adicional de Jessica Mortimer en Londres)