Nueva York, 3 ago (EFE).- El gobernador de Nueva York, David
Paterson, comunicó hoy al promotor inmobiliario, Larry Silverstein,
que se podría prescindir de sus servicios para finalizar la
reconstrucción del World Trade Center si no llega a un acuerdo con
la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey.
"He pedido a la Autoridad Portuaria que idee nuevos planes para
completar los elementos de uso público independientemente de la
aportación privada", manifestó Paterson a Silverstein en una carta
que la Oficina del Gobernador facilitó a Efe.
El gobernador instó también a ese promotor inmobiliario,
responsable de la construcción de tres edificios en ese complejo, y
a la entidad biestatal, propietaria del World Trade Center (WTC), a
que se reúnan el próximo miércoles y le presenten el 12 de agosto
las conclusiones que alcancen en esa reunión.
"Si no se llegara a ningún acuerdo, esta sería una medida que
permitiría que el proyecto no dependiera ni de la situación del
mercado inmobiliario ni de estas negociaciones", subrayó Paterson en
la misiva.
El gobernador señaló también que la financiación privada en la
reconstrucción de la "zona cero" no está a la altura de la pública y
exige a Silverstein que aumente su inversión en el proyecto.
Según medios de comunicación neoyorquinos, la Autoridad Portuaria
se habría comprometido ya a financiar una de las torres del WTC
asignada a Silverstein y podría comprometerse a cubrir parte de los
costes de otra más si Silverstein invierte más de 600 millones de
sus propios fondos.
Por su parte, el presidente de la Asamblea de Nueva York, Sheldon
Silver, manifestó en un comunicado su desacuerdo con la decisión de
Paterson.
"Me preocupa que el camino que ha tomado el gobernador vuelva a
paralizar, y a demorar otros cuantos años, el proyecto del World
Trade Center", señaló Silver.
Silver, quien representa en la Legislatura los intereses del Bajo
Manhattan, agregó que "el WTC es más que un mero proyecto
prioritario, símbolo mundial de la fe en esta ciudad y en la
comunidad, así como muestra del compromiso para reconstruirlo tras
el peor ataque terrorista en la historia de esta nación".
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, convocó el pasado 21
de mayo a los implicados en la recuperación del WTC, destruido en
los ataques terroristas de 2001, a la vista de los problemas
surgidos en torno a la financiación de algunos edificios previstos
en esa área del sur de Manhattan.
Silverstein había alquilado el complejo unos dos meses antes de
que dos aviones comerciales secuestrados se estrellaran contra las
Torres Gemelas.
Ese promotor iba a ser en un principio el encargado de recuperar
los 967.460 metros cuadrados de espacio para oficinas que se
perdieron con los atentados, pero las disputas legales y el parón
que sufría el proyecto llevaron a que suscribiera un acuerdo en 2006
con la Autoridad Portuaria que modificaba los planes iniciales.
La entidad biestatal se ocuparía de levantar el edificio más
emblemático, el One World Trade Center, y otro rascacielos que
sustituirá al edificio del Deutsche Bank destruido, en tanto que
Silverstein se encargaría de construir los edificios 2, 3 y 4,
considerados los más rentables.
Las dificultades para obtener financiación y captar inquilinos
llevaron al promotor a pedir a la Autoridad Portuaria que le
garantizara hasta 3.200 millones de dólares para construir dos de
las tres torres.
Sin embargo, esa entidad se ha mostrado por el momento dispuesta
a respaldar solo una, con unos 800 millones de dólares, y ha
reiterado que los fondos públicos deben ser destinados de manera
prioritaria a proyectos públicos, antes que a espacio privado para
oficinas.
Las obras del One World Trade Center y las del monumento a las
víctimas avanzan, así como la construcción de la estación de
transporte diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava,
que se prevé costará unos 3.200 millones de dólares.
Silver ha criticado con firmeza en diversas ocasiones la lentitud
con que avanzaba la reconstrucción del WTC y la posibilidad de que
el proyecto fuera recortado de forma sensible a causa de la crisis
actual y de las disputas sobre su financiación. EFE