Barcelona, 3 ago (EFE).- El grupo químico de La Seda de Barcelona
ha notificado hoy que ha acordado con sus bancos acreedores una
prórroga de 60 días para su crédito sindicado que vencía a
principios de agosto, lo que supone un respiro financiero para la
compañía.
Se trata de un crédito de alrededor de unos 600 millones de euros
y éste es el segundo período de gracia que recibe, ya que obtuvo
otro hace dos meses.
El grupo está negociando con el sindicato bancario liderado por
Deutsche Bank que pida amortizaciones anticipadas por incumplimiento
en las condiciones del crédito.
Además, según un comunicado de La Seda a la Comisión Nacional del
Mercado de Valores (CNMV), las entidades de crédito han autorizado a
la compañía poder solicitar al Institut Català de Finances (ICF)
facilidades crediticias que serán avaladas por las garantías de los
terrenos de La Seda de Barcelona en El Prat de Llobregat.
Por su parte, y también hoy, la dirección de la compañía y el
Comité de Empresa de IQA han alcanzado un principio de acuerdo sobre
el Expediente Temporal de Regulación de Empleo planteado a los
trabajadores en Tarragona.
El ERE Temporal afectará a 123 empleados, en un periodo máximo de
120 días por trabajador, a lo largo de los próximos 8 meses y se
enmarca en las acciones emprendidas por el Plan de Reestructuración
puesto en marcha.
"El ajuste temporal está alineado con las medidas propuestas del
Expediente Temporal de El Prat de Llobregat que deberá ser
ratificado mañana por la Asamblea de Trabajadores", según señala la
empresa en un comunicado.
En el curso del consejo de administración reunido hoy, la
sociedad Inverland Dulce, representada hasta la fecha por Carlos
Gila, ha renunciado formalmente a su cargo como miembro del máximo
órgano ejecutivo de la compañía.
Inverland Dulce representaba los intereses del grupo luso
Imatosgil, que posee el 12% de La Seda, con lo que este grupo se
queda sin representación en el consejo de la empresa.
La Seda celebrará este sábado en El Prat de Llobregat (Barcelona)
su junta de accionistas, que tuvo que aplazarse por divisiones en el
consejo antes de que la empresa aflorase pérdidas en 2008 por valor
de 565 millones. EFE