Madrid, 22 ene (.).- La rentabilidad de los bonos soberanos tanto en Europa como en EE. UU. sufren desde hace varias semanas una fuerte presión que les ha empujado al alza, un hecho del que tampoco se ha librado España, que ha visto como el Tesoro, en sus últimas subastas, ha tenido que elevar el interés ofrecido a los inversores.
Los expertos explican que esta tensión en el mercado de deuda se debe al temor de los inversores a que una inflación elevada y sostenida en el tiempo pueda condicionar las decisiones de política monetaria de los bancos centrales.
Aunque el Banco Central Europeo (BCE) ha descartado subir los tipos de interés y, de momento, solo reducirá su programa de compra de deuda, la Reserva Federal de EE. UU. (Fed) podría elevarlos hasta en cuatro ocasiones, según descuenta ya el mercado.
En este contexto, el bono estadounidense a diez años ha llegado esta semana a cotizar por encima del 1,8 %, máximos desde enero de 2020.
En el Viejo Continente, e influido por la dinámica de EE. UU., el bono alemán a diez años, considerado el más seguro de Europa, ha subido con mucha fuerza en las sesiones previas.
Incluso, este miércoles, cotizó en tasas positivas por primera vez desde 2019, lo que significa que los inversores dejan de pagar al Gobierno alemán por su deuda.
Siguiendo la misma estela, el bono español a diez años ha escalado esta semana hasta el 0,7 %, lo que supone su nivel más alto desde mayo de 2020.
Aunque al cierre de la semana, la rentabilidad de la deuda se suavizó, e incluso, el bono alemán volvió a tasas negativas, las fuertes subidas previas se han dejado notar en las subastas que ha celebrado el Tesoro español esta misma semana.
En ellas, el organismo ha tenido que elevar el rendimiento aplicado a la deuda colocada entre los inversores, es decir, pagar más por ella.
En este sentido, Pedro del Pozo, de Mutualidad de la Abogacía, ha explicado en declaraciones a Efe que se espera una normalización de la política monetaria en Europa, con la reducción de los programas de compra de deuda por parte del BCE, que, no obstante, no subirá por ahora los tipos de interés.
Esa normalización, ha asegurado, tendrá un claro efecto en la rentabilidad de los bonos, y podría llevar al alemán cerca de cero.
Un hecho que, en su opinión, no deja de ser una normalización, ya que lo "anormal" es que el "bund" se mantenga en negativo "sine die".
Respecto a España, ha recordado que este año el BCE ya no comprará toda la emisión neta de deuda española, y será el mercado el encargado de colocarla, lo que podría tener un efecto sobre las primas de riesgo, y que por lo tanto, cueste más o menos financiarse, "según como España haga las cosas".
Según sus estimaciones, durante el año, el rendimiento del bono español podría escalar hasta el entorno del 1 o 1,10 %, y la prima de riesgo, que se define como el sobreprecio que paga un país para financiarse en los mercados, en los 70-80 puntos básicos.
Por su parte, el director de Información de AXA (PA:AXAF) IM y miembro del grupo de contacto del mercado de bonos del BCE, Alessandro Tentori, ha explicado que el efecto del aumento de los rendimientos de los bonos en la economía no es hasta ahora preocupante, ya que solo se están registrando alzas "bastante contenidas".
Ha añadido que los rendimientos reales siguen estando en territorio "profundamente negativo", y que, en última instancia, este dato es el que más importa para las condiciones financieras, que es "la columna vertebral de las decisiones de inversión y consumo".